ASÍ UNA
NOCHE TRAS OTRA
Así una noche tras otra tras otra. El pequeño cuadro
de la
boda de mis padres, se caía al suelo dándome
un susto. Por la mañana lo volvía
a colgar mientras
me decía mentalmente:
“¿Qué pasa aquí?” Y
lo volvía a colgar mirando la
punta por si estaba floja.
“No me explico el por qué se cae, la punta está bien
clavada
en la pared y, el cuadro no es grande para
que se vaya al suelo por la noche”.
Ese día no pudo por menos que pensar
detenidamente el por
qué se iba al suelo una noche
tras otra.
Se lo llevó consigo y sentándose lo miró
detenidamente.
Primero a su padre, un hombre con
entradas por la frente, su mirada era tenaz.
No era
guapo y el traje oscuro le envejecía.
Su madre con una forzada sonrisa, dejaba ver unos
dientes
muy desiguales. El vestido de boda era
austero y de su cuello colgaba un collar
de bolas sin
color alguno.
Miró y requetemiro la foto mientras su mente se
llenaba de voces, insultos y bofetadas. Luego lloros
y soledad. No lo colgó
lo metió en un cajón y lo
cerró con llave.
4 comentarios:
Un recuerdo muy triste de la madre, es una pena
Remedios
Son cosas que marcan mucho y hay que saber olvidar
Julia
La madre siempre ha sido algo muy querido, pero desgraciadamente, otras es lo contrario
Amalia
Que recuerdos tan amargos se tiene cuando no hay amor en la que te engendró
Rosario
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