
MÁGICA NOCHE
Cuando
mis hermanos y yo éramos
pequeños, la víspera de Reyes antes
de acostarnos, sometíamos a
nuestros zapatos a una limpieza tan
desmesurada, que brillaban tanto o
más que si fueran nuevos. La noche
se nos hacía larga,y apenas
clareaba el nuevo día, ya
estábamos prestos a ver lo que nos
habían dejado los Reyes Magos en
los zapatos.
pequeños, la víspera de Reyes antes
de acostarnos, sometíamos a
nuestros zapatos a una limpieza tan
desmesurada, que brillaban tanto o
más que si fueran nuevos. La noche
se nos hacía larga,y apenas
clareaba el nuevo día, ya
estábamos prestos a ver lo que nos
habían dejado los Reyes Magos en
los zapatos.
La alegría y
la emoción al ver los
regalos eran tan grandes, que
nuestros padres tenían que rendirse
y dejarnos inmersos en ese mundo
tan maravilloso que comenzaba a
nacer para nosotros. Nuestros
sueños se convertían en realidad y
esa muñeca o aquel mecano, nos
llevaban a la felicidad más completa.
regalos eran tan grandes, que
nuestros padres tenían que rendirse
y dejarnos inmersos en ese mundo
tan maravilloso que comenzaba a
nacer para nosotros. Nuestros
sueños se convertían en realidad y
esa muñeca o aquel mecano, nos
llevaban a la felicidad más completa.
Hoy
en un nuevo milenio, el mundo
ha cambiado tanto, que pienso en
los muchos niños que jamás
conocerán esa mágica noche.
ha cambiado tanto, que pienso en
los muchos niños que jamás
conocerán esa mágica noche.
Nos estamos modernizando tanto, que
borraremos de un plumazo esas fechas
porque nos resultan arcaicas y porque
ahora, no hay que esperar ese día para
dar a nuestros hijos juguetes de alta
tecnología.
La festividad de los Reyes Magos nunca
debería ser olvidada por nadie, como
tampoco hay que olvidar, que se
originó hace muchos años en Belén,
cuando nació un Niño y tres Reyes
Magos le ofrecieron su mejor regalo:
Oro, Incienso y Mirra; Oro, como Rey;
Incienso, como Dios y Mirra, como
Hombre.Es una fiesta, exclusivamente
para niños y debemos dedicársela con
todo nuestro amor, pues no hay cosa
más gratificante que ver y oír la risa de
un pequeño.
Tampoco nos vendría mal el recordar
ese mundo infantil que sufre, que vive
en condiciones infrahumanas; que no
saben jugar porque desde su más
tierna infancia, son explotados en
trabajos ínfimos. Esos niños que no
tienen la suerte de nacer en un hogar
en el que sus padres, además de amor
y ternura, les dejen en sus zapatos la
noche de Reyes, un pequeño regalo.
Creo que no hay cosa más triste
que ver la mirada de un pequeño
fija en otro niño más afortunado que
él, por tener una simple pelota.
Porque en este mundo tan avanzado
que hemos creado, para muchísimos
niños, no hay una nunca una mágica
noche.
2 comentarios:
Hermoso recuerdo me ha llevado a mi infancia
Tere
Todos esperamos un regalo, aunque sea una flor, deseo todo lo mejor
Delia
Publicar un comentario