ARACNE
Era una muchacha lidia, instruida en el
arte de tejer por Atenea, la diosa de la
sabiduría y patrona de los artesanos.
Sus bordados eran tan perfecto, que la
gente quedaba cautivada al
contemplarlos. Para muchos, Aracne ya
superaba a su maestra. Tan repetido
fue este comentario que la muchacha
se o creyó.
Cierto día, en medio de una plaza muy
concurrida, Aracne desafió a la diosa
invitándolo a competir y a mostrar
delante de los presentes quién era la
mejor bordadora. Atenea quiso darla
una lección, y aceptó el reto.
Durante todo el día las contrincantes
estuvieron bordando, de modo
constante y con técnicas nuevas y
admirables. Al atardecer, llegó el
momento de exhibir los trabajos.
Atenea representó a los dioses en todo
su esplendor. Aracne en cambió, los
representó decadentes, envueltos en
vicios y amoríos.
Al ver la obra de Aracne, Atenea se
enfadó mucho y rasgó el tejido. La
muchacha se dio cuanta de su error,
sintió mucho miedo, e intentó
suicidarse colgándose de una viga del
techo de su casa. Pero Atenea se
apiadó de ella y le salvó la vida. Sin
embargo, la castigó convirtiéndola en
una araña y la condenó a tejer para el
resto de su vida.
3 comentarios:
La leyenda de esa mujer tan maravilloso me ha gustado mucho
Rebeca
Leer cosas de la mitología es fascinante,
Julio
Me encanta cuando pones cosas de la mitología, es algo que me gusta, gracias
Marí Flor
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