EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

martes, 8 de enero de 2019

Casi un cuento


 

             


Resultado de imagen de libro de cuentos



              CASI  UN  CUENTO






-¡ Oyes tía! ¿Me quieres dejar en paz? Yo no soy tu 

colega. Así que adiós.

-Mario, vamos por partes. En primer lugar, yo no 

soy tu tía. En segundo, simplemente te estoy 

mirando y por último, no te tengo  ahora por amigo.

-Entonces, ¿por qué estás constantemente 

haciéndome sombra?

-¿Y si te digo que soy tu hada madrina, me creerías?

-Vale tía!  Que hace mucho que uso pañales.

-Ya lo sé.

- Me parece una chorrada estar hablando con una 

tronca que no conozco.

-Pero yo a ti mucho. Prácticamente desde que 

decidiste venir a La Tierra.

- ¿Te estás quedando conmigo tía?

-No. He venido ha ayudarte y por favor, no seas tan 

vulgar. El lenguaje que usas es tan deprimente,  

como la vida que llevas.

Cuesta trabajo reconocer al muchacho que nada era 

difícil para él. Los estudios te absorbían y luchaste 

por llegar a la meta que te marcaste. Y hoy, ¿qué 

eres? Una mierda. Así de claro.

Te hundiste muy pronto. No quisiste presentar 

batalla. Te rodeaste de maleantes que te han 

ofrecido la otra cara de la vida. Todo eso que tú 

antes eras incapaz de aceptar como un escape.

Eres un desertor ¿Acaso crees que en la vida todo lo 

regalan? Estas muy confundido. Hay que combatir 

mucho y no decaer nunca. Las dificultades son 

muchas, como amargos son los golpes bajos.


 Despierta y anímate. Nunca es tarde para volver al 

punto de partida. Adiós Mario, suerte.

Le dolía la cabeza y se sentía mal. Abrió los ojos y 

escudriñó lentamente donde se encontraba. Olía a 

orines, alcohol, sudores y demás porquerías.


-¡Dios! ¿Qué hago yo aquí?  -se preguntó-  ¿Qué ha 

pasado? ¿Dónde está mi hada? ¿Lo soñé o fue real? 

¿Qué he hecho para ir a parar a este inmundo 

lugar?  

¿Es posible que cambiara tanto?

Despacio se fue levantando y con inseguros pasos, 

avanzó por el estrecho callejón. Salió fuera. Sus pies 

torpes se fueron afianzando hasta poder caminar 

bien. La luz volvía a brillar para él.












R.P.intelectual 00/2011021
León, 21  Diciembre  1993




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un artículo muy real, cuántos jóvenes hoy en día, caen en lo que NUNCA deben caer



Federico

Anónimo dijo...

Un artículo que llama la atención a los muchachos que buscan en las drogas algo imposible



Rafael