LA DUDA
Con mucha frecuencia la duda nos corroe tan
profundamente que nos sentimos alterados y algo se
manifiesta interiormente cuando desvalorizamos el
símbolo más voluble de tener fe en los demás y en
nosotros mismos. Ese vocablo... ¡Cuánto nos hace
sufrir! a los que en algún momento de nuestra vida,
se nos instala en nuestro interior como una
advenediza, llenándonos de problemas. Dudamos de
todo. Si hará un espléndido día o lloverá. Vacilamos
ante las respuestas de un test. Mostramos gran
incertidumbre al no estar seguros si daremos la talla
exigida en algún puesto laboral.
profundamente que nos sentimos alterados y algo se
manifiesta interiormente cuando desvalorizamos el
símbolo más voluble de tener fe en los demás y en
nosotros mismos. Ese vocablo... ¡Cuánto nos hace
sufrir! a los que en algún momento de nuestra vida,
se nos instala en nuestro interior como una
advenediza, llenándonos de problemas. Dudamos de
todo. Si hará un espléndido día o lloverá. Vacilamos
ante las respuestas de un test. Mostramos gran
incertidumbre al no estar seguros si daremos la talla
exigida en algún puesto laboral.
Arrancamos
los pétalos de una flor con recelo de que
nos salga el no. Amamos, pero en algún lugar
oscuro de nuestra mente la insidiosa sospecha, nos
hace un caldo con aditivos de lágrimas, tortura y
quién sabe que más puede haber en esa fórmulatan
desazonante, que nos convierte en un Otelo
celoso,llevando la muerte a ésa Desdémona que
toda mujer lleva dentro.
nos salga el no. Amamos, pero en algún lugar
oscuro de nuestra mente la insidiosa sospecha, nos
hace un caldo con aditivos de lágrimas, tortura y
quién sabe que más puede haber en esa fórmulatan
desazonante, que nos convierte en un Otelo
celoso,llevando la muerte a ésa Desdémona que
toda mujer lleva dentro.
Que indecisión tan patente muestran las caras de
nuestros pequeños cuando les preguntamos en tono
bellaco: ¿A quién quieres más? ¿Mamá? ¿Papá?
Alcanzar la meta en los muchos y muy variados
deseos humanos es motivo de vacilación, porque esa
sombra es tan pertinaz, que no nos deja expresar lo
que llevamos dentro. La inseguridad nos llega a desgastar de tal forma, que a veces, ni confiamos en nuestra valía. La duda, enmascarada palabra, nos enerva y disloca acciones, conductas, pensamientos y un largo etc.
¿Por
qué dudamos? No es ninguna incógnita, ni
secreto alguno. Pienso que tal vez sea, porque
hemos olvidado que somos humanos y no dioses.
Que los errores nos ayudan a valorarnos un poco
más.
secreto alguno. Pienso que tal vez sea, porque
hemos olvidado que somos humanos y no dioses.
Que los errores nos ayudan a valorarnos un poco
más.
La duda, nos hace perder la libertad de ser hombres
y mujeres libres, sin ese lastre que nos oprime cada
segundo de nuestra vida en decisiones y
pensamientos más positivos.
Tomemos una gran dosis de optimismo para que esa
palabra no nos perturbe y jamás, se haga dueña de
nosotros.
r.p. 00/2008/1320
León-14-9-2000
6 comentarios:
La duda siempre ha existido, es algo que sin darnos cuenta, muchas veces, esta acechando cada minuto de nuestra vida.
Raquel
SOMOS HUMANOS Y SIEMPRE QUERAMOS O NO, ESE PALABRA NOS HACE SER....
m
MARIBEL
Las personas más de las veces, somo unas perdedoras, no sabemos valorar bien las cosas
Federico
Un artículo muy interesante, pues ahí están las claves
Nieves
¿Quién no ha tenido duda alguna vez? Estamos en un mundo que todo para nosotros es una DUDA
Pablo
Que me diga alguien si en algún momento e su vida no ha dudado? Todos queramos o no, nos viene a la mente la duda
Tere
Publicar un comentario