EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

lunes, 3 de octubre de 2016






                         DÉBILES  MORTALES


El  otro día, acompañé a una persona a un centro 

hospitalario, ya que tenía que hacerse varias 

pruebas y análisis. La espera fue larga y durante ese 

tiempo pude constatar que,  todos los que allí 

acuden por una causa o por otras, automáticamente 

pierden su orgullo y en sus rostros aflora la 

angustia, el miedo y la soledad.


En ese largo tiempo de espera me dediqué a 

observar a  las  personas que allí estaban y una de 

las cosas que más llamó mi atención fue, que tanto l

os más jóvenes, como los de más edad, exhibían en 

sus rostros, casi sin darse cuenta, la lógica 

preocupación de tener que acudir a ese centro.

Poco a poco, las verdades ocultas salían a flote y los 

que momentos antes de entrar eran seres altivos, se 

iban transformando en débiles mortales.


Habían nacido con un cuerpo que albergaba una 

fantástica máquina, única en su género. Pero ya 

fuera por causas ajenas o bien, por excesos y 

abusos en sus funciones, esa maravillosa máquina, 

empezaba a fallar y se manifestaba en diversas 

protestas que les llevaba a visitar el centro 

hospitalario con cierta suspicacia.




Mis ojos escrutaban los rostros de las personas que 

esperaban a entrar en la consulta y generalizando 

deduje, que cuando el cuerpo lanza ese aviso de que 

algo anda mal, todos los seres humanos vuelven a 

sus orígenes es decir, a su condición de débiles 

mortales en la cual, las enfermedades no hacen 

distinción alguna entre pobres y ricos, puesto que 

todos provenimos de una misma raíz.


Unos junto a otros, estaban sentados esperando ser 

llamados y por una vez, creo que lo único que les 

diferenciaba, era su ropa y  forma de comportarse.

En esos momentos cruciales es cuando uno se da 

cuenta que el dinero no lo es todo;  puede ayudar a 

una mejor atención, pero nada más.

Todos hemos nacido bajo el estigma de la 

mortalidad y allí nos hemos de encontrar.









R.P.00/2008/1318

León- 7-1996

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un buen artículo, pues la verdad, todos somos humanos



Carlota

Anónimo dijo...

Hay que estar en la piel de la persona enferma y saber todo



Fede

Anónimo dijo...

Me gusta la forma de escribir lo que está ahí



Pablo

Anónimo dijo...

Generalmente consideramos que ir al doctor o recibir algún tipo de tratamiento médico son un bien universal y poco nos preocupamos de las consecuencias o efectos secundarios que estos tratamientos pueden tener.
Pero según cifras publicadas en The Journal of American Medicine, el tratamiento constituye la tercerca causa más frecuente de muerte en Estados Unidos.
Asimismo, las drogas preescritas por doctores cuasan más muertes por sobredosis que drogas ilegales como la heroína y la cocaína.
Este envenenamiento de la industria médica ha sido denunciado por prestigiosos médicos, como el premio Nobel Thomas Steitz quien acusó a las farmaceúticas de retirar medicamentos que curan o el también Premio Nobel Richard J. Roberts quien denunció que las farmacéuticas no desarrollan medicamentos que curan porque no son rentables y buscan, en cambio, la cronicidad de las enfermedades.

jav

Anónimo dijo...

Cuando uno tiene que acudir al médico, la verdad que sí se piensa en todo lo peor



Maura

Anónimo dijo...

Dichosa las personas que nunca van al médico, la salud es algo que tenemos que cuidar






Mercedes

Anónimo dijo...


Un artículo muy bien dicho, todos somos huamnos


Sabine B.

Anónimo dijo...

Eso de ir al médico no gusta nada sobre todo, si intuyes que algo falla


Angelina