EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

viernes, 28 de octubre de 2016

HALLOWEEN





                                        HALLOWEEN


Su origen es anterior a la era cristiana entre los 

antiguos celtas, que celebraban el inicio del año 

ofreciendo sacrificios al señor del cielo y la tierra. 

Samhain o Saman. Era la Vigilia de Saman y la 

imagen del dios pagano era un esqueleto que 

sostenía una hoz o guadaña, que más tarde se3 

identificó con la Muerte.


El 1 de noviembre celebraban el Día de la Muerte

pues interpretaban fenómenos estacionales como la 

caída de las hojas, la oscuridad y el descenso de las 

temperaturas como un decaimiento del dios Sol. 

Además creían  que el 31 de octubre, Samhain se 

reunía con los espíritus de quienes habían muerto el 

año anterior (confirmados a  habitar en cuerpos de 

animales un año como castigo por sus malas obras) 

les permitía regresar a visitar a los vivos. Para 

protegerles, el sacerdote dirigía ceremonias de 

adoración quemando como ofrenda caballos, gatos, 

ovejas negras, bueyes y seres humanos para 

apaciguar a Samhain.


En el año 800 la iglesia católica movió el día de 

Todos los Santos del mes de mayo al 1 de 

noviembre. En inglés se llamaba All Hallow”s Day, 

después Al Hollowen, hoy abreviado al tan extendido 

Halloween.     


LEÓN - 28 -10- 2016                                                   _________________________

sábado, 22 de octubre de 2016

POR QUÉ VEMOS UN ESPEJISMO


                                                       
                                                        

Resultado de imagen de espejismo



           POR QUÉ VEMOS UN ESPEJISMO




El espejismo es una ilusión óptica muy conocida por 

las referencias cinematográficas que se desarrollan 

en el desierto y en las que el protagonista cree 

encontrar su salvación al “ver” agua. Quizá usted 

también haya experimentado este fenómeno, sobre 

todo viajando por carretera con mucho calor.

La explicación física está en el efecto óptico que 

produce la refracción de la luz. El mismo fenómeno 

que hace, al introducir un lápiz en un vaso de agua, 

parezca que el lápiz se ha roto en dos, Esto ocurre 

debido a la diferencia de densidad entre los dos 

medios, el líquido y el gaseoso, que provoca un 

cambio en la velocidad de la luz que conlleva una 

una desviación de esta. En este caso ha ocurrido una 

refracción parcial.

Cuando las capas de aire adquieren temperaturas 

diferentes, como ocurre sobre el asfalto caliente, la 

densidad también varía entre ellas. De modo que  

cuando la luz solar las atraviesa, ocurre el mismo 

fenómeno  de refracción pero de una manera 


superficial, produciéndose una refracción total que 

hace que la superficie refleje el entorno como si 

fuera un espejo, dando origen a los espejismos. 

León-22-10-2016


domingo, 16 de octubre de 2016



      A G U A   M U Y   F R E S C A


     
Los años pueden pasar, pero los recuerdos no y más si éstos son tan maravillosos como los que en mi mente se agolpaban queriendo salir todos a la vez, cuando en una muestra de cerámica, mis ojos fueron a parar insistentemente en un puesto en el cual, los botijos sobresalían de entre diversos objetos bellamente trabajados.
Todos se aunaban en un espacio reservado para ellos. Formas, tamaños y colores, competían con un solitario botijo que fue el culpable de que la puerta, abrió ¡qué sé yo! Se abriera y emergiera a la luz todo cuánto en mi más profundo interior, guardaba desde que era una chavala.
Me acerqué y con manos temblorosas lo cogí y algo en mi interior se rompió. Sentí mis lágrimas ardientes bajar por un avejentado rostro. Mientras pasaba una mano temblorosa, acariciando su redondez una y otra vez.
Las tinieblas se disiparon y la luz lo inundó todo dejando salir unas vivencias largamente retenidas en lo más profundo de mi ser.

De entrada diré, que éramos una familia grande, unida y capaz de generosos sacrificios; aunque por aquellos años esas cosas eran nimiedades y jamás nos paramos a pensar lo injusto que era tal o cual cosa.
Aceptábamos con total alegría lo que hoy tal vez, nos costaría un poco de trabajo y no, porque nuestros principios hallan cambiado, sino más bien, porque todo se transforma.
Pasábamos limpiamente de banalidades porque bien pensado, el egoísmo y falta de sentimientos, gobiernan nuestra vida a cada instante, cosas que no debíamos de dar nunca salida.
Nuestra casa era muy pequeña, pero había tanto amor en ella que jamás echamos en falta más espacio, más intimidad o mejor calidad de vida. Nada de esas tres cosas se nos antojaban como necesarias para ser felices.

Los artífices de ésa sintonía tan plena y agradable, eran una pareja de lo más corrientes y normales que existían en la tierra: nuestros padres.
Ellos ajenos a todo lo que pudiera conturbar nuestra apacible vida, trataban de darnos lo mejor que a su entender era, él criarnos sanos y con unos buenos principios, para ser en un futuro mejor que ellos en todas las facetas.

Fueron tiempos muy duros para todos. Nadie podía decir, que él estaba a salvo por cualquier razón. No. Una guerra absurda y equívoca, dio al traste con infinidad de sueños y vidas, que coqueteaban bajo la atenta mirada de una luna, que se escondía traviesa entre las oscuras nubes, quizá para que nadie viese las miserias y horrores que la maldad humana creaba, en exhibiciones de brutal salvajismo e inhumana crueldad.
La abuela vivía sola desde que una tarde fría y lluviosa, el abuelo la dejó dueña de lo poco que había en el desvencijado piso que compartían desde el día que unieron sus vidas. Cerró los ojos y optó por no quejarse más de los numerosos achaques que padecía.

A partir de una semana más o menos de quedarse viuda, sus visitas se hicieron diarias a nuestra casa. Llegaba justo cuando nos disponíamos a comer. Se pensó, que su soledad le empujaba hacía sus seres queridos y esa idea nos llenó de compasión. Le hacíamos un hueco en la mesa y repartíamos otro plato más de comida.

Pronto descubrimos la gran facilidad que tenía para contarnos todo lo que su memoria guardaba de años pasados. Era fabulosa la gran retentiva que tenía de historias y sucesos  acaecidos en sus años de juventud.
Mientras hablaba, no paraba de hacer punto y sus obras se traducían en jerséis y calcetines para el frío invierno que año tras año nos visitaba.
Nos sentábamos cerca de ella y mientras que sus agujas tricotan van con vertiginosa rapidez, oíamos con verdadera devoción lo que nos contaba.
A veces, mi madre la reñía por poner tanto énfasis en sus historias, ya que nos decía con todo lujo de detalles, cosas referidas a la guerra y sus consecuencias.

Sé, que no lo hacía con mala intención, ni se regodeaba con ello, pues todos en mayor o menor medida, éramos víctimas de sus nefastos estragos. Era una historia verdadera y al  
contarnos sus detalles tan ínfimos, yo creo que era, 
para prevenirnos de las consecuencias tan terribles.

Al llegar la primavera sus visitas vinieron acompañadas de un hermoso botijo rojo brillante y rebosante de agua fresca. La traía de una fuente que le quedaba de paso de su
casa a la nuestra. Durante mucho tiempo, fue la bebida más preciada por las bocas sedientas que de él bebían ¡Qué buena estaba! Repetíamos cada vez que lo usábamos.
Pronto aprendimos a beber por el pitorro los pequeños y la competición era todo un espectáculo ¿Quién duraba más bebiendo? ¿Quién lo alejaba de la boca más? Ni que decir tiene, los atascos, toses y agua derramada sobre la ropa, enfadaban a mi madre, pero ahí estaba la abuela para poner paz y aquí no ha pasado nada.

Más de una vez, su estancia se prolongaba y hacía noche, es decir, se quedaba a dormir. Ignoro la causa, ya que éramos pequeños ¿Qué pasaba entonces? Cama redonda. Donde antes entraban dos, ahora tenían que ser tres. Era nuestra abuela y además, la encargada de traer en su flamante botijo el agua que diariamente consumíamos.

La abuela murió y fue, como si el botijo también lo hiciera. Ya no disfrutamos más de él. Quedó olvidado en un rincón oscuro, vació sin esa agua fresca que antaño tanto nos había deleitado. Estaba tan muerto como lo estaba ella.
Estaba llorando. Lágrimas de tristeza bajaban sin que las detuviera. Necesitaba hacerlo.
Eran recuerdos tan vivos y el dolor tan fuerte que, nunca pensé que  llegara a  afectarme tanto  como cuando murió.  Un niño no alcanza a entender, qué es la muerte, ni sabe relacionarla con la desaparición de una persona querida. Cree lo que le dicen: “Se fue lejos. Al cielo y allí te espera” ¡Bendita inocencia! Ahora, mi corazón sabía bien lo que era una pérdida.
__Señora, ¿lo quiere comprar?
Abrí los ojos que mantenía cerrados  y miré a una jovencita que, esperaba mi respuesta con gesto de impaciencia. Sin contestarla lo dejé donde estaba y di la vuelta.
Cerraba un capítulo de mi vida que hoy, había entrado con fuerza en una agarrotada mente. Era, como un pequeño relato de una niñez muy lejana.










R.P.intelectual 00/2011/3021
León 12  Febrero 2001


domingo, 9 de octubre de 2016

DETECTAR LA MENTIRA






DETECTAR  LA  MENTIRA


El lenguaje corporal de una persona ofrece 

información sobre el estado de ánimo, también 

algunas pistas sobre si dice o no la verdad.

Un signo que revela que una persona miente es que 

evite  el contacto visual en la conversación. También 

puede tocarse la cara continuamente, taparse la 

boca con la mano, tocarse la nariz y jugar con los 

elementos a su alcance, buscando que le interlocutor 

se fije en lo que hace y no en sus palabras. Distrae 

así su atención.


Su expresión facial es rígida y forzada y el lenguaje 

corporal no es abierto. No se mostrará relajado 

(moviendo las manos, piernas, brazos…), a pesar de 

tratar de dar la impresión de que sí lo está.

Probablemente gire la cabeza y busque distancia 

física entre ambos. Está a la defensiva. No estará 

cómoda con pausas o silencios. Puede hablar en voz 

baja y con palabras ininteligibles.

Si  cambias de tema radicalmente, el mentiroso 

cambiará de tema contigo y estará más relajado. Si 

dice la verdad, se sentirá confundido por el giro de la 

conversación.

Otro signo es bostezar, tratando de parecer muy 

relajado, aunque no lo esté.

León- 9- 2016

lunes, 3 de octubre de 2016






                         DÉBILES  MORTALES


El  otro día, acompañé a una persona a un centro 

hospitalario, ya que tenía que hacerse varias 

pruebas y análisis. La espera fue larga y durante ese 

tiempo pude constatar que,  todos los que allí 

acuden por una causa o por otras, automáticamente 

pierden su orgullo y en sus rostros aflora la 

angustia, el miedo y la soledad.


En ese largo tiempo de espera me dediqué a 

observar a  las  personas que allí estaban y una de 

las cosas que más llamó mi atención fue, que tanto l

os más jóvenes, como los de más edad, exhibían en 

sus rostros, casi sin darse cuenta, la lógica 

preocupación de tener que acudir a ese centro.

Poco a poco, las verdades ocultas salían a flote y los 

que momentos antes de entrar eran seres altivos, se 

iban transformando en débiles mortales.


Habían nacido con un cuerpo que albergaba una 

fantástica máquina, única en su género. Pero ya 

fuera por causas ajenas o bien, por excesos y 

abusos en sus funciones, esa maravillosa máquina, 

empezaba a fallar y se manifestaba en diversas 

protestas que les llevaba a visitar el centro 

hospitalario con cierta suspicacia.




Mis ojos escrutaban los rostros de las personas que 

esperaban a entrar en la consulta y generalizando 

deduje, que cuando el cuerpo lanza ese aviso de que 

algo anda mal, todos los seres humanos vuelven a 

sus orígenes es decir, a su condición de débiles 

mortales en la cual, las enfermedades no hacen 

distinción alguna entre pobres y ricos, puesto que 

todos provenimos de una misma raíz.


Unos junto a otros, estaban sentados esperando ser 

llamados y por una vez, creo que lo único que les 

diferenciaba, era su ropa y  forma de comportarse.

En esos momentos cruciales es cuando uno se da 

cuenta que el dinero no lo es todo;  puede ayudar a 

una mejor atención, pero nada más.

Todos hemos nacido bajo el estigma de la 

mortalidad y allí nos hemos de encontrar.









R.P.00/2008/1318

León- 7-1996