Confieso ser una mujer muy
soñadora. Mi
imaginación cuando sueño despierta, no tiene
límites.
Para mí, es
muy fácil cambiar los decorados, las
personas, su indumentaria, sus ideas, sus
sentimientos, sus valores... En una
palabra; adaptar
el tiempo y sus moradores, a un hipotético mundo
libre, de
todo lo que emponzoña su vida y sus actos.
Sin
ninguna cortapisa, mi imaginación se abre como
una flor y hace incursiones
expandiendo su aroma
sobre seres llenos de injusticia o maldad, cambiando
así,
lo que realmente es, en una sublimidad.
A
los niños, por los que siento un gran
cariño y
debilidad, en mi imaginación les ve felices por haber
satisfecho su
apetito. Contentos y felices, jugando,
riendo, sintiéndose queridos.
Mujeres
llenas de amor. Comprensivas y emanando
de ellas una gran espiritualidad.
Felices y orgullosa
por el papel tan trascendental en la especie humana.
Amando
y siendo correspondidas.
Mi
imaginación corre libre y ve a hombres con sus
azadones al hombro, ir felices a
su trabajo. Tirando
petardos en las fiestas del pueblo. Llenando de luz y
color
el grandioso firmamento con sus fuegos
artificiales.
Ayudando
a los más necesitados y tratando que la
paz y armonía, reine en sus corazones.
Desgraciadamente cuando vuelvo al mundo real, veo
que todo ha sido una
jugarreta de mi gran
imaginación.
Los
niños con sus deprimentes y deformados
vientres, es el resultado de No su
hartazgo, sino más
bien, de su hambre, infecciones etc. Otros, con sus
cuerpos
llenos de heridas, de golpes y roturas de
algún miembro, No a causa de sus
juegos. Sus
lágrimas de miedo a pesadillas y temores infantiles de verse solos
y maltratados.
Las
mujeres rotas en su integridad, originadas en la mayoría de las veces, por su
condición de ser mujer. Maltratadas, avasalladas, salvajemente violadas.
Desencantadas, infelices, no amadas.
Los
hombres, siguen con sus armas al hombro.
Dispuestos a usarlas contra sus
hermanos. Las bombas siguen destrozando vidas inocentes. Los cazabombardeos iluminando con su carga infernal, las ciudades destruyendo sin contemplación
alguna, hogares, vidas y dejando a su paso el más desolador panorama.
A
pesar de ser una utopía, es algo que realizo cuando mi ánimo está decaído, pues
me ayuda a seguir pensando en lo poco que merecemos el apelativo de “raza humana”.
R.P.intelectual00/2011021
León, 14
Abril 1994
11 comentarios:
¡¡¡Es auténtico!!! me ha gustado mucho
Carolina
Hoy es un día especial porque he visto tu mensaje y creo que verdaderamente que todos
teníamos que saber hacer felices a los demás
Carlos
Lo bordas bien tus comentarios y dejas salir toda la injusticia que hay
Monse
Verdaderamente es muy penoso leer lo que hay en este mundo, creo que yo también quisiera
que todo hay sido un sueño
Pablo
Qué triste es ver la realidad, no me gusta nada lo que veo y leo
Angelina
Me ha dejado muy pensativa y algo avergonzada
María M.
No es un sueño, es la pura verdad en este mundo tan dolorido
Fede
La verdad que dices en tu artículo es sinceramente buena, hay que dejar salir a flote todo lo bueno que encierra nuestros corazones
Angelica
Los sueños, sueños son decimos, pero muchos de ellos debemos hacerlos realidad sobre todo lo referente a los niños
Berta
Me gustó mucho y pensé en todos esos niños que jamás tendrán nada
Fermina
Me gusta este pensamiento de Ana Frank:
"No pienso en todas las desgracias, sino en toda la belleza que aún permanece".
jav
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