PENÉPOLE EL LIENZO DE NUNCA ACABAR
La expresión “es como el lienzo de
Penépole” se aplica a lago que no termina nunca de hacerse o a alguien que da
largas a la resolución de un problema. Se dice también que alguien es “fiel
como Penépole”·
La abnegada esposa de Ulises, que también tuvo que llevar a
cuestas durante largos años.
Penépole hija del rey de Esparta Icario y de la ninfa Peribea,
acompañada de su hijo Telemaco, tuvo
que esperar durante 20 años a su marido, rey de Ítaca. El retorno de éste de la
querra de Troya le retuvo ausente, entre naufragios y escalas amorosas, el
mismo tiempo que el sitio de la ciudad minorasiática por los griegos en
reclamación de Helena (prima de Penépole): diez años.
A la larga espera se añadía un problema y era que le surgieron hasta 129 pretendientes diferentes que, co9nvencidos de que su dueño y señor había muerto, se disputaban apremiantemente la mano de la desconocida reina consorte de Ítaca y, de paso, al trono vacante de su marido muerto.
Para
mantener a raya a esa multitud de aspirantes, que habían invadido su palacio y
consumían su hacienda, Penépole ideó
una treta: prometió que elegiría a uno de entre ellos cuando acabase de tejer
un lienzo que serviría de sudario para su suegro, el anciano Alertes. Pero, mientras de día se mostraba enfrascada
en su tarea, por la noche deshilaba lo tejido, en un teje-desteje permanente
que se ha convertido en símbolo de obra de nunca conclusa.
Pero la estratagema fue denunciada por una de las sirvientas ( de las que los pretendientes se beneficiaban a placer a la espera de los favores de su señora) y cuando, ante el acoso redoblado, estaba ya a punto de ceder en su siempre proverbial fidelidad conyugal, se presentó al fin Ulises.
Al
final de esta doble odisea (la del Héroe viajero y la de su abnegada esposa) Ulises, con la ayuda de su hijo Telémaco, mata a todos los gorrones
acosadores, que se encuentran comiendo sus viandas y libando sus vinos, y
después goza del merecido descanso el guerrero entre los brazos de Penépole. Con ella pasará una de las
noches más largas de la mitología, prolongada por Atenea en honor de los amantes esposos.
Una versión poshomérica menos ejemplarizante, desmitifica a la no tan fiel
esposa y, la presenta como una especie de viuda alegre que no sólo intentó
quitarse de encima (sino, literalmente, lo contrario) a sus pretendientes, les
entregó todo, menos su mano (de ahí podría proceder la expresión “dejarse
querer, pero no casarse con nadie” y de alguno de ellos tuvo al dios cabruno Pan. Ulises, para limpiae su honor mancillado, la mató, según unos, o la
devolvió a su padre, según otros. Por encima de esta versión tendenciosa, Penélope sigue encarnando la fidelidad
conyugal, tanto más meritoria cuanto para entre las esposas de los Principes
que prefirieron hacer la guerra en Troya
que el amor en casa.
James joye escribiría una versión moderna del mito encarnado
por Molly Bloom y su monólogo
interior en El Escorial se encuentra un cuadro de Lucas Jordán con Penépole
se dio también a un ave tropical.
Pedro
Monedero
León-25-Junio-2016