Cierto
día el poderoso Zeus decidió
castigar a los
hombres porque se habían vuelto malvados. Y
ordenó a su hijo Hefesto fabricar una mujer. Con
sus
brazos vigorosos, el herrero divino la modeló
hábilmente hasta hacerla en todo
semejante a las
diosas y le dio por alma una chispa de fuego divino.
Todas
las diosas la admiraron y la colmaron de
dones. Incluso el mismo Zeus, quien le dijo: Te
llamarás Pándora. Tu nombre significa la mujer “de
todos los dones”. A los
que acabas de recibir añado
este mío. Se trata de este cofre que llevarás
contigo.
Contiene todos los males que pueden hacer llorar,
sufrir y
destrozar a los hombres. Guárdate,
pues, de
abrirlo. Si lo hicieras, los males se esparcirán por la
Epimeteo, hermano de Prometeo.
Pero Pándora no pudo contener su curiosidad y
abrió el cofre, y de allí
salió un humo denso, negro,
acre…
Eran todas las enfermedades, dolores,
fealdades y
vicios que irrumpían en la vida de los hombres.
Cuando
todo el humo denso se esfumó del cofre,
Pándora
miró al interior y vio todavía un gracioso
pajarillo de alas tornasoladas.
Era la Esperanza ,
el
único bien que queda a los mortales para consolarlos
de su desventura.
León 20-2-2016
7 comentarios:
Excelente página de mitología, hay que saber callar
Carol
Hay que saber callar lo que una persona te dice
Fedora
La mitología siempre me ha gustado mucho, se aprenden cosas
Raquel
Está muy bien, cuándo se dice que NO, es No luego vienen las consecuencias
Pablo
Hay cosas que los humanos nos cuesta mucho aprender
María M.
Esto me lleva amis años de cuando iba a la escuela, la profesora nos hacía leer, este precioso relato, nos gustó siempre mucho
Angelina
La raza humana somos muy suspicaces, saber lo que no nos interesa, así nos van después las cosas
Arancha
Publicar un comentario