DÉBILES MORTALES
El otro día, acompañé a una persona a un centro
hospitalario, ya que tenía que hacerse varias pruebas y análisis. La espera fue
larga y durante ese tiempo pude constatar que, todos los que allí acuden por una causa o por
otras, automáticamente pierden su orgullo y en sus rostros aflora la angustia,
el miedo y la soledad.
En ese largo tiempo de espera me dediqué a observar a las
personas que allí estaban y una de las cosas que más llamó mi atención
fue, que tanto los más jóvenes, como los de más edad, exhibían en sus rostros,
casi sin darse cuenta, la lógica preocupación de tener que acudir a ese centro.
Poco a poco, las verdades ocultas salían a flote y los que
momentos antes de entrar eran seres altivos, se iban transformando en débiles
mortales.
Habían nacido con un cuerpo que albergaba una fantástica
máquina, única en su género. Pero ya fuera por causas ajenas o bien, por
excesos y abusos en sus funciones, esa maravillosa máquina, empezaba a fallar y
se manifestaba en diversas protestas que les llevaba a visitar el centro
hospitalario con cierta suspicacia.
Unos junto a otros, estaban sentados esperando ser llamados y
por una vez, creo que lo único que les diferenciaba, era su ropa y forma de comportarse.
En esos momentos cruciales es cuando uno se da cuenta que el
dinero no lo es todo; puede ayudar a una
mejor atención, pero nada más.
Todos hemos nacido bajo el estigma de la mortalidad y allí
nos hemos de encontrar.
R.P.00/2008/1318
León 14 Abril 1996
2 comentarios:
Cuando una persona tiene que ir al médico, es más que nada porque su cuerpo ha detectado algo que no le funciona
Adelaida
Los humanos somos en todo momento víctimas de padecer males que tenemos en cualquier parte del cuerpo
Cristína
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