EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

viernes, 1 de marzo de 2019

ROSAS PARA ELLA





                      

               ROSAS  PARA  ELLA


Las flores y plantas, siempre han sido 

algo muy especiales para mí. No es de 

extraña por tanto, que viva rodeada de 

ellas y que sea mi punto de mira cada 

día. Las quiero tanto,que aveces envidio


mundo tan callado y hermoso que   

tienen.

Ellas florecen y viven para mí. Calman 

mi angustia y el contemplarlas me 

llena de paz. Aspirar sus perfumados 

pétalos, satisface todos mis sentidos. 

Es el más bello regalo que su creador 

nos ha dado, para el disfrute de los 

seres humanos con un horizonte 

claro, y con un corazón grande e   

imaginativo.

No tengo predilección ni por los colores     
de muchas especies que existen. Cada 

vez que compro o me regalan un ramo 

de rosas, guardo los pétalos de una de 

ellas entre las hojas del libro que estoy 

leyendo o acabo de terminar.

Hace años que vengo realizando este 

rito, por llamarlo de alguna manera. Es 

una de las cosas más hermosas que mi 

padre me trasmitió: su amor a las   

flores. 
La admiración que me producen su 

aroma,  color y  belleza, es algo 

superior a mí intelecto como 

para poder descubrir lo que mi ser 

siente.


Hace unos días, dejé un libro a una 

persona. Esta, al ojearlo, no pudo 

impedir que unos pétalos secos y 


recogí, y mientras los volvía a meter 


entre las hojas del libro le dije:


Por favor, no me pierdas ninguno. Son algo 

muy especiales  para mí.”

Hace muchos años que mi padre 

murió, pero su imagen siempre 

perdurará en mí. Cuando venía de 

trabajar, prendida en su boca, traía 

una rosa para mi 

madre. Desde que florecían hasta que 

morían, siempre había una rosa para 

ella. Era una callada declaración de 

amor. Todos los días, a través de la 

hermosura y aroma de esa flor, mi 

padre le transmitía todo lo que en su 

corazón nacía.

Yo, silenciosa espectadora de esos 

momentos, no sabía aún la grandeza 

de ese acto, y antes de que se secaran, 

guardaba los pétalos en uno de  mis 

libros.


Sin saberlo, entre sus páginas, iba a 

conservar un amor que no necesitaba 

palabras para expresarlo. 

Ahora sé, que en cada pétalo de esa 

rosa hay una palabra, un suspiro, un te 

quiero...


*DEDICATORIA: En memoria de mi 

padre al que jamás olvidaré.

                          












León, 15 Noviembre 1992


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un escrito precioso, tu amor nunca morirá


Raquel

Anónimo dijo...

Verdaderamente el amor que sentías por tu padre, era tan inmenso que jamás podrá morir




Beatriz

Anónimo dijo...

Que recuerdos me ha traído el leer esto. Mi padre también falleció, no le traía una rosa, sino un gran ramo


CARMEN

Anónimo dijo...

Hablando de amor, es una palabra que siempre está en boca de todos los seres que aman. Gracias por ser tan llenos de ternura




Nieves

Anónimo dijo...

Las flores siempre han estado en mi casa. Es algo que me recuerda como eran admiradas por personas ya fallecida, gracias por saber que no soy la única


Sara

Anónimo dijo...

El amor verdadero NUNCA termina,cuando amas a una persona sabes lo que es amar






sara