EL TERCER MUNDO
De vez
en cuando, suelo escuchar por la radio un
programa en el que hablan sobre el Tercer Mundo ¿A
qué se refiere concretamente? Estoy segura que si
hiciéramos una encuesta preguntando qué es el
Tercer Mundo, recibiríamos las más variopintas
contestaciones, además de las consabidas, “nos
sabe/ no contesta”, por no decir la de: “esos temas
no me interesan”
programa en el que hablan sobre el Tercer Mundo ¿A
qué se refiere concretamente? Estoy segura que si
hiciéramos una encuesta preguntando qué es el
Tercer Mundo, recibiríamos las más variopintas
contestaciones, además de las consabidas, “nos
sabe/ no contesta”, por no decir la de: “esos temas
no me interesan”
La verdad, es que hablar de ese mundo que en
realidad nos hemos inventado para definir a
personas, cosas o hechos que, por una causa u otra
están ahí, pero lejos de nosotros, es desvalorizar la
raza humana.
¿Cuál es la razón que nos ha impulsado a darles ese
apelativo? ¿Existe un primer y un segundo mundo? Y
si es así, ¿por qué hemos consentido que se origine
un tercero?
La razón es muy simple: nos creemos una raza
dominante, con derecho a pisotear sin vacilación
alguna a los que no tienen el privilegio de ni tan
siquiera, estar viviendo en ese Tercer Mundo al cual
les hemos relegado.
Para nosotros, son seres de tercera categoría porque
carecen hasta de lo más esencial: la dignidad
humana. Pero, ¿quién se la ha quitado? Nosotros
con nuestra pasividad ante el sufrimiento y sus
carencias.
Nuestro desamor es tan desproporcionado, que nos
debería llevar a recapacitar ante estos hechos tan
llenos de deshumanización. El mundo se ha creado,
no para el disfrute de unos pocos, sino para todos
los seres que en él lo habitan. Y no es ningún
disparate, ni ninguna necedad... Así lo veríamos,
sino fuéramos tan egoístas y sí mucho más
coherentes.
Cuando venimos a este valle de dolor y lágrimas, no
sabemos en qué medida y en qué lugar se ha de
desarrollar nuestra vida. Unos, tenemos más
privilegios que otros, no cabe duda; pero nuestro
desmedido afán por mejorar en todos los aspectos,
nos hace olvidar esa otra gente que nunca tendrá
nada y que nosotros, los favorecidos, bautizamos
con el denigrante nombre de Tercer Mundo.
Esta vileza es vergonzante para hombres y mujeres
que han alcanzado cotas espectaculares en todos los
campos de la ciencia y de la investigación y sin
embargo, aún sigue habiendo densas zonas del
planeta en las que habitan hombres, mujeres y
niños para los que sobrevivir cada día, es una dura
batalla.
¿Qué hay en el trasfondo de esta actitud nuestra?
¿Quién maneja los hilos de esa descarada
pantomima? ¿A quién beneficia ese mundo oprimido?
Son preguntas que yo y miles de personas más, no
sabemos o no queremos responder. Esta inercia tan
deshumanizante con seres que sufren es más que un
oprobio.
Votemos
por la unidad de los mundos sin distinción
alguna, porque hasta ahora, que yo sepa, sólo hay
uno: redondo, azul, verde y al que llamamos Tierra.
alguna, porque hasta ahora, que yo sepa, sólo hay
uno: redondo, azul, verde y al que llamamos Tierra.
León
12 Junio 1987
10 comentarios:
Es una palabra muy fuera de tono, pues ese mundo es como el de nosotros, lo hemos hecho así porque somos...
Fernando
El tercer mundo no existe, somos nosotros los que hacemos que exista. Ellos son como nosotros pero desgraciadamente muy pobres
Nieves
Este comentario es para decir lo degradantes que somos
Toño
Me ha impactado mucho este artículo. Realmente dices toda la verdad en él
Miguel
Cuántas veces pasamos de esa gente que vive aquí, en nuestro mundo y, no somos capaces de ayudarles
Yoli
Es una delicia leer todo lo que escribe Lua Zial, me encanta
Mercedes
Este artículo debían leerlo gente que solo piensan en comprar y comprar cosas que a la postre, dejan olvidadas días atrás
Elvira
Artículos como este, deben humanizar a toda esa gente que solo sabe gastar y gastar en cosas inútiles
Rosa Mª
Siempre que puedo lo primero que hago es leer los artículos tan maravillosos que pone Lua, son muy ilustrativos y llenos de emoción
Lucia
Hoy al leer tu artículo he sentido un dolor muy grande en el corazón, oír y ver tantas personas que sufren...
Berta
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