UN GRAN
VACÍO
Yo me pregunto y, muchos nos
preguntamos alguna
vez que otra, ¿qué ha sido de fulano o mengano?
¿Dónde están? ¿Seguirán vivos? Y es que a veces
cuesta trabajo pensar cómo una o más personas, de
la noche a la mañana, se hayan difuminado por
completo.
vez que otra, ¿qué ha sido de fulano o mengano?
¿Dónde están? ¿Seguirán vivos? Y es que a veces
cuesta trabajo pensar cómo una o más personas, de
la noche a la mañana, se hayan difuminado por
completo.
Tenemos casos de gente
dedicada al mundo del
espectáculo en todas las versiones, sin ir más lejos,
que llegan a la cúspide. Sus meteóricas ascensiones
suelen ser, por lo general, muy ostensibles y sus
rostros prevalecen tanto en noticias, como prensa o
revistas. A veces, nos llegan a atosigar tanto, que
nos sentimos unos parias a su lado. No hay acto o
fiesta en el que no veamos al famoso o famosa de
turno. Lo copan todo. Sus conversaciones
insustanciales dan el tono justo, para medirlos como
unos petulantes. Se vanaglorian de hacer esto o lo
otro y la gente sencilla, como nosotros, nos
quedamos embobados oyendo sus majaderías.
Porque una cosa es escuchar a una persona que
sabe hablar y además lo que dice se puede oír
porque trata de temas que nos agradan. Cosa que
ésos otros, jamás podrá prestar toda nuestra
atención. Airean sus vidas sin el menor recato.
espectáculo en todas las versiones, sin ir más lejos,
que llegan a la cúspide. Sus meteóricas ascensiones
suelen ser, por lo general, muy ostensibles y sus
rostros prevalecen tanto en noticias, como prensa o
revistas. A veces, nos llegan a atosigar tanto, que
nos sentimos unos parias a su lado. No hay acto o
fiesta en el que no veamos al famoso o famosa de
turno. Lo copan todo. Sus conversaciones
insustanciales dan el tono justo, para medirlos como
unos petulantes. Se vanaglorian de hacer esto o lo
otro y la gente sencilla, como nosotros, nos
quedamos embobados oyendo sus majaderías.
Porque una cosa es escuchar a una persona que
sabe hablar y además lo que dice se puede oír
porque trata de temas que nos agradan. Cosa que
ésos otros, jamás podrá prestar toda nuestra
atención. Airean sus vidas sin el menor recato.
Bailamos al son que nos tocan y tan contentos. Nos
manejan a su antojo como si fuésemos cosas
superfluas de usar y tirar.
Ponen precio a todo lo que cualquier mortal es de lo
más normal.. sus exclusivas millonarias nos hacen
enrojecer de vergüenza a los que un acontecimiento
familiar es algo más bien íntimo. Pero como decía mi
abuela: “En ésta vida todo tiene su fin y lo que sube
baja”. A veces más deprisa de lo que uno espera.
De efímero podemos calificar
el paso por esa gloria
que muchos tocaron. Todo trigo que no es limpio se
desecha y es cuando un gran vacío envuelve a esas
personas que carecen de toda ética. Se indaga en
sus mundos, la mayoría de las veces oscuro y
deprimente. Los entresijos de sus ocultas vidas salen
a flote y con ello, el fin de sus reinados. Su estrella
se apaga para siempre. Su pista se pierde en la
noche de los tiempos. Sólo podemos decir: Qué
lástima, caer en ese vacío por creerse unos
intocables.
que muchos tocaron. Todo trigo que no es limpio se
desecha y es cuando un gran vacío envuelve a esas
personas que carecen de toda ética. Se indaga en
sus mundos, la mayoría de las veces oscuro y
deprimente. Los entresijos de sus ocultas vidas salen
a flote y con ello, el fin de sus reinados. Su estrella
se apaga para siempre. Su pista se pierde en la
noche de los tiempos. Sólo podemos decir: Qué
lástima, caer en ese vacío por creerse unos
intocables.
r.p.00/2008/1320
León, 30 Noviembre 1996
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