¡MIRA
QUE LUZ HA
NACIDO!
_¡Qué hermosa es! Nunca había
visto tal cosa.
_¿Quieres que vayamos a ver lo
que es?
_No podemos alejarnos, no
sabemos si está lejos y
es de noche.
_No tengas miedo, las ovejas
no se moverán.
La luz se iba haciendo más
luminosa mientras más
avanzaban. Les atraía con tanta fuerza, que ya no
caminaban sino que su ligereza era visible.
Algo les empujaba a seguir en
pos de la luz que cada
vez era más luminosa.
La excitación llegó al máximo
cuando legaron a una
pequeña y estropeada cabaña en la cual, una
radiante y
hermosa estrella iluminaba un pesebre de
pajas en el cual, un pequeño querubín
estaba en él
contento y feliz moviendo sus pequeñas manos.
La sorpresa de ver en la
oscura noche y en un lugar
tan solitario una cosa tan maravillosa que no dejaban
de mirar.
_Es mí querido hijo que acaba
de nacer –musitó la
señora con voz llena de una inmensa alegría.
_Acercaros y ver la maravilla
que ha nacido –les dijo
un hombre que no dejaba de mirar al recién nacido.
Los dos rapaces en una quietud
que mantenían
desde que llegaron, no podían ni moverse. Algo les
decía que
estaban ante un acontecimiento
excepcional.
_Es mi pequeño que ha llegado
al mundo para que
todos os améis como hermanos.
Cayeron de rodillas y abriendo
los zurrones, sacaron
lo poco que en ellos había.
La quietud de la noche fue rota por los sonidos de
las
panderetas acompañando los cánticos de
mujeres y hombres que llegaban a ver el
nacimiento
de un niño que alegre y sonriente, les trasmitía ese
amor que tanto
esperaban.
León-21-9-2016