EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

lunes, 1 de septiembre de 2014

AGUA PARA TODOS




La tormenta se desató, como se dice, a comienzos de la tarde. Los truenos eran tan ensordecedores, que uno tenía que taparse los oídos, Los relámpagos se engarzaban unos con otros, iluminando un oscuro y negro cielo.
La lluvia no tardó en caer no despacio, acelerando su caída cada poco,  sino que los cielos se abrieron y descargaron todo lo almacenado durante el caluroso día.
Resguardada bajo un toldo, que había servido para que el sol no diese directamente en las cosas de la tienda, tuve la suerte de ser de las primeras en llegar a ese refugio, así evité mojarme como las últimas personas que corriendo llegaron y se apretujaban unas contra otras, huyendo del fuerte aguacero.
-¿No queríamos agua? ¡Pues toma! –dijo un hombre con sorna.
_¡Pero no así! –dijo alguien en tono enfadado.
-¿Cómo la quieres señora? Finita para que no se moje tu peinado –respondió otro burlonamente.
-Mide tus palabras, joven.
-¡Ja!, que versada es la señora.
-Y tú por lo que veo, eres un descarado.
 -¡Eh, eh! Sin insultar.
-Simplemente he dicho la verdad.
-Bueno, vale ya. –intercedió otra voz.
-¿Qué verdad señora?
-Mira jovenzuelo, no tengo ganas de seguir hablando.
-¿Sabe una cosa doña nada? No me gusta que me llamen jovenzuelo.
-Perdón, señoría.
-¡Ya está bien! ¿Es que no pueden dejar de ser tan machacones?-les volvió a reemprender el señor.
-¡Oiga! ¿Quién le dio a usted vela en este entierro? –contestó el joven.
-Mira chico, si no eres capaz de cerrar la boca, te largas de aquí. Solo faltaba esto, además de mojarnos aguantar a este tipo.
La voz seca y autoritaria del hombre, calmó al joven.
Seguía lloviendo de forma tan fuerte que, poco a poco la calle se cubrió por completo en una riada. Las personas que estaban delante, tenían la ropa muy mojada y en pocos minutos, los zapatos quedaron casi cubiertos de agua.
-¡Oh Dios mío! ¿Qué vamos a hacer? No hay ningún refugio a la vista, ni un portal.
-¡Arrea que te vas! ¡Lo que nos faltaba! ¡Vaya tafo que hay! Alguien comió berzas hoy
-¡Qué descaro! Tiene muy poca educación.
-Señora, no hay que tener educación para decir que huele mal.
El ruido del trueno fue tan fuerte, que todos enmudecieron.
-¡Oh Dios! –dijo la señora mayor haciendo la señal de la cruz.
-Yo aquí no me quedo, entre este olor y, además me estoy mojando igual.
Con grandes zancadas y chapoteando el joven abandonó el grupo.
 Se quedaron mirando la figura chorreante del muchacho, hasta que se perdió al dar la vuelta en la esquina. 


 Unos diez minutos más tarde, la intensidad de la lluvia fue menguando hasta que poco a poco, quedaron gotas sueltas. Uno tras otro se fueron alejando hasta que me quedé sola. El cuerpo que había estado aplastado en el escaparate, lo despegué y haciendo una fuerte inspiración, llené los pulmones del agradable y fresco ambiente que se respiraba.
Miré a lo lejos y quedé extasiada de lo que mis ojos veían. El arco iris con los siete colores y su esplendoroso brillo, iluminó un cielo que abrían paso  antes las nubes, para mostrar la grandeza del regalo.
No me cansaba de mirar, hasta que me dijo adiós en un susurro.




León 24 Octubre 2011

  *Hasta el día de hoy, van
contilizadas 22,190


14 comentarios:

Anónimo dijo...

después de la tormenta, viene la calma...
Daniel

Anónimo dijo...

Un chaparron lleno de burlescos comentarios ¡¡ja!!
Susana

Anónimo dijo...



Esas tormentas de verano, es una forma de sacar a lucir todo que hay
Rosa I.

Anónimo dijo...


¡¡¡JAJAJA!!! me he reido un rato con la conversación
Rita G.

Anónimo dijo...


Es un respiro que un chaparron reuna a gente tan dispar
Monse

Anónimo dijo...

Menos mal que yo nunca me he encontrado en ese momento tan crítico, me daría mucho la risa
Patricia

Anónimo dijo...

Es un artúculo muy dado la la risa, pero yo nunca lo desearía
Tere

Anónimo dijo...

Un chaparron vien bien de vez en cuando, pero no quisiera estar aguantándolo
Pablo L.

Anónimo dijo...

"La risa es como los limpiaparabrisas: nos permite avanzar, aunque no detenga la lluvia." Gerard Jugnot
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"El amor consuela como la luz del sol después de la lluvia." William Shakespeare
.
"Quítame la vida, pero no tus besos.
Róbame la lluvia, pero no me niegues los humedales de tu cuerpo."
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"No se trata de sobrevivir a la tormenta, se trata de saber bailar bajo la lluvia."
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javier

Anónimo dijo...

Lua, como siempre precioso tu escrito. Que el Arco Iris sea siempre para todos la paz y el amor
Luli P.

Anónimo dijo...

Me encanta todo lo que escribes, es una maravilla leerlo, gracias besos
Carla

lua zial dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

RElajante leer este escrito, me gustó
Biyu C.

Anónimo dijo...

Me encanta mucho leer tus escritos, este es muy de hoy...
Pablo P.