EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

jueves, 1 de mayo de 2014

Q U E R I D A A B U E L A



                                     C U M P L E A Ñ O S           


Querida Abuela: Hoy es mi cumpleaños. Cuando mamá me felicitó, no pudo 
por menos de que se le escapara una lágrima. Me dijo, que era muy feliz al ver a su hija hecha toda una mujer, pero que en su interior, había cierta tristeza. Le pregunté por qué.” Los años pasan muy deprisa y me da mucha pena que tu niñez quede cada año más lejana”, me contestó. Lo sé, mamá. También me pasará a mí algún día, cuando  me encuentre  en la misma situación, le contesté.

Fueron unos minutos en los cuales, nuestros corazones estuvieron más juntos que nunca. Aunque permanecimos abrazadas sin hablar, ambas sabíamos, que los años de niña jamás volverían y ella, nunca más mecería la cuna, me daría su pecho,  me ayudaría a caminar   y a decir mis primeras palabras.

Recibí cantidad de llamadas por teléfono y numerosas cartas. Es maravilloso abuela saber, que te recuerdan y que te quieren. Fue el año que más felicitaciones tuve, será porque cumplir 20 años  no se hace todos los días.
Tuve regalos tan sorprendentes, como bonitos. Entre los primeros destacaré uno por su originalidad. Un compañero de la facultad, me regaló un anillo con un pequeño brillante. Me abrazó, besó mis labios dulcemente y me dijo, que ése anillo era prueba de su gran amor por mi ¿Te lo puedes creer abuela?

Durante unos segundos  no pude reaccionar. No esperaba esa declaración y menos, de ese muchacho. Intuía que le gustaba, pero nunca pude imaginarme, que llegaría a decirme eso.
Le sonreí, me aparté de su sorpresivo abrazo y le dije: ¿Estas de broma? Por favor, es mi cumpleaños y quiero ser feliz éste día. No me lo estropees. Siempre serás mi amigo y compañero. Nada más. Me pidió perdón  y me contestó, que lo sentía mucho. Tomó mi mano, la apretó y sus palabras fueron éstas: Amigos para siempre. Es increíble abuela.


El malestar que en mí originó el muchacho, se fue disipando con las constantes felicitaciones. Al final, olvidé por completo el incidente y más verle a él tan normal y comportándose como  gran amigo que es.

Abuela, quisiera cumplir años todos los días por lo feliz que te hacen sentir; aunque bien pensado no. Mamá dice, que el tiempo corre mucho y te voy a decir un secreto. La vejez me asusta mucho. A quien se lo voy a decir. Soy una egoísta  al decirte esto, no tengo derecho. Sé que me perdonarás y no tomarás en cuenta este pensamiento. Sabes que soy muy sincera y  digo verdaderamente  lo que siento.

Un beso muy fuerte. Katia








R.P. 00/2008/1314
León 14- Noviembre- 2000





10 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdos de cumpleaños felices en la juventud, gracias a Katia podemos recordarlos
Carla

Anónimo dijo...

Muy buena carta con algunas reflexiones interesantes
javier

Ligia M. Houben dijo...

Linda carta....quien es Katia?

carinos

Ligia/14

Anónimo dijo...

Los años son motivo de mucha alegría y más, si es querida
Pablo P.

Anónimo dijo...

Leer estas cartas es motivo de estar en la piel de ella, se vive mucho
MªAsunción

Anónimo dijo...


Preciosa carta se ve que la pequeña Katia es toda una mujer
Tere C.

Anónimo dijo...



Hermosa la carta, su abuela tiene que estar muy contenta cuando la recibe
R. O.

Anónimo dijo...


Muy sincera y realista la carta
me gustó mucho abrazos
Pablo Luis

Unknown dijo...

Fantástica la carta, como todas.

Arantxa dijo...

Otra carta más cargada de cariño...
un besazo Luisina!!!