EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

jueves, 15 de mayo de 2014

PINCEL Y PLUMA: Q U E R I D A A B U E L A

PINCEL Y PLUMA: Q U E R I D A A B U E L A:                                            E N A M O R A D A     Querida abuela. El amor llamó a mi puerta. Sabía que algún día m...

Q U E R I D A A B U E L A

                                           E N A M O R A D A

  

Querida abuela. El amor llamó a mi puerta. Sabía que algún día me visitaría  y no sabes lo feliz que me siento el recibirlo. Siempre oí decir a mamá “Lo que tiene que ser será”

No lo busqué, aunque deseaba tanta ser amada. Puedes creerme abuela si te digo que, nunca experimenté desesperación al no tener novio como mis amigas. Mis estudios ocupaban prácticamente mi vida. No pienses que estaba cerrada a él por causa de ellos, no. Algo en mi interior me decía que, estuviese tranquila. El desaliento nunca me inquietó y ya vez, no llamó ni con arrogancia, ni con presunción, sino más bien, maravillosamente tierno y dulce.

Estamos hechos el uno para el otro. Nos compenetramos bien. Es muy cariñoso y como también estudia, sabe los sacrificios que hay que hacer para no suspender.
Cuando estamos juntos todo llega a desaparecer. El tiempo, las horas y solamente permanecemos nosotros en este vasto mundo. Es increíble lo que el amor llega a hacer.

Cuando estoy sola, pienso lo egoístas que somos olvidándonos de todo. Desconectamos nuestra vida de lo que nos rodea porque  para nosotros el amor es lo único que existe y por lo que hay que luchar y vivir.
Abuela, no sé si a ti te pasaría lo  mismo.. Me hubiera gustado mucho saber, cómo fue tu enamoramiento. Creo que experimentarías algo parecido, porque el amor nunca cambia. Puede tener diferentes matices, pero en el fondo siempre será amor.

¿Te puedes imaginar la felicidad que hay en mí? Le quiero mucho abuela. Sus caricias me transportan  al quinto cielo (abuela, es una expresión). No te han cambiado tu niña soy yo, pero con anhelos de mujer. Como mujer que eres, lo comprenderás perfectamente y espero que no te asuste, pero sí que pienses en tu lejana juventud tu veas que, nada ha cambiado cuando el amor llama a la puerta.

Un beso de tu pequeña-mujer Katia 



                          
                               



R.P.00/2008/1314                                      
  León 14-11-200

jueves, 1 de mayo de 2014

Q U E R I D A A B U E L A



                                     C U M P L E A Ñ O S           


Querida Abuela: Hoy es mi cumpleaños. Cuando mamá me felicitó, no pudo 
por menos de que se le escapara una lágrima. Me dijo, que era muy feliz al ver a su hija hecha toda una mujer, pero que en su interior, había cierta tristeza. Le pregunté por qué.” Los años pasan muy deprisa y me da mucha pena que tu niñez quede cada año más lejana”, me contestó. Lo sé, mamá. También me pasará a mí algún día, cuando  me encuentre  en la misma situación, le contesté.

Fueron unos minutos en los cuales, nuestros corazones estuvieron más juntos que nunca. Aunque permanecimos abrazadas sin hablar, ambas sabíamos, que los años de niña jamás volverían y ella, nunca más mecería la cuna, me daría su pecho,  me ayudaría a caminar   y a decir mis primeras palabras.

Recibí cantidad de llamadas por teléfono y numerosas cartas. Es maravilloso abuela saber, que te recuerdan y que te quieren. Fue el año que más felicitaciones tuve, será porque cumplir 20 años  no se hace todos los días.
Tuve regalos tan sorprendentes, como bonitos. Entre los primeros destacaré uno por su originalidad. Un compañero de la facultad, me regaló un anillo con un pequeño brillante. Me abrazó, besó mis labios dulcemente y me dijo, que ése anillo era prueba de su gran amor por mi ¿Te lo puedes creer abuela?

Durante unos segundos  no pude reaccionar. No esperaba esa declaración y menos, de ese muchacho. Intuía que le gustaba, pero nunca pude imaginarme, que llegaría a decirme eso.
Le sonreí, me aparté de su sorpresivo abrazo y le dije: ¿Estas de broma? Por favor, es mi cumpleaños y quiero ser feliz éste día. No me lo estropees. Siempre serás mi amigo y compañero. Nada más. Me pidió perdón  y me contestó, que lo sentía mucho. Tomó mi mano, la apretó y sus palabras fueron éstas: Amigos para siempre. Es increíble abuela.


El malestar que en mí originó el muchacho, se fue disipando con las constantes felicitaciones. Al final, olvidé por completo el incidente y más verle a él tan normal y comportándose como  gran amigo que es.

Abuela, quisiera cumplir años todos los días por lo feliz que te hacen sentir; aunque bien pensado no. Mamá dice, que el tiempo corre mucho y te voy a decir un secreto. La vejez me asusta mucho. A quien se lo voy a decir. Soy una egoísta  al decirte esto, no tengo derecho. Sé que me perdonarás y no tomarás en cuenta este pensamiento. Sabes que soy muy sincera y  digo verdaderamente  lo que siento.

Un beso muy fuerte. Katia








R.P. 00/2008/1314
León 14- Noviembre- 2000