EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

domingo, 1 de diciembre de 2013

REGRESAR AL PASADO


De vez en cuando creo que es muy positivo regresar al pasado, ya que su recuerdo nos hace dar un repaso a esos años, a veces lejanos, y a veces muy ligados  a nuestra vida, para hacer un examen y ver claramente, cómo nos influyeron o cómo prevalecieron en ella.
Como en todos los debates, siempre hay posturas y opiniones muy válidas de uno y otro bando, en las cuales se deja muy claro que, evocar esos años, es muy deprimente para unos, y por el contrario él rememorarlos, es motivo de nostalgia y satisfacción para otros.

En días ya pasados, asistí a una exposición de fotografías que recogía diversas instantáneas de la ciudad de León. En ellas, podía verse cómo a través de los años, tanto sus calles, plazas, paseos, casas y gente..., habían  dado  un cambio tan radical que, en determinadas fotos, tuve que escuchar las conversaciones de la gente mayor, para poder ubicar dónde se encontraba antes lo que mis ojos veían. Y no es por que no tuviera la correspondiente nota debajo de la foto indicándolo, sino que era tal el cambio que, sinceramente, me sentí perdida, y a la vez gratamente sumida en mis recuerdos.

El edificio grande y vetusto del Hospicio, donde hoy está Correos, trajo a mi memoria la niñez ya pasada, de cuando  íbamos a espiar por sus ventanas la privacidad  de unos niños como nosotros, que se hacinaban entre la suciedad y el desamor. Luego, años más tarde, cuando fue el Conservatorio de Música, en él iniciaba  mis estudios de piano.
Los recuerdos siguieron saliendo a flote al ver el chalet de Ordoño II, ahora convertido en un moderno edificio que pronto será el Ayuntamiento. En él, ¡cuántas exposiciones de pintura contemple!
Los aguinaldos, acumulados a los pies de los guardias de tráfico en las Navidades, me hicieron sonreír. Mi hermano me llevaba a ver esas dádivas tan generosas, regaladas a unos hombres que trataban de regir lo mejor que podían, un caos circulatorio que ahora dos colores, el verde y el rojo, mantienen a raya.

La inmaculada belleza de la nieve, me sumió en años atrás cuando el invierno era eso: invierno. Sólo hay que ver  la fuente helada de Santo Domingo su vista es todo un espectáculo. Tanta belleza en el centro de León, no desvalorizaba en absoluto el sambenito que largamente se nos dio: el ser una ciudad muy fría en el ambiente, pero no en su gente.

Ahora que la foto que más me impacto, fue  un vista aérea de León en la cual pude vislumbras, entre una maraña de tejados y calles, la casa donde yo nací.
Confieso que volví sólo para ver dicha fotografía, me planté delante de ellas y el tiempo dejó de existir para mí. Ante su vista repasé lentamente, año tras año.  Las vivencias que en ella tuve, fueron tan extraordinarias, que la nostalgia de esos años que jamás volverán me dejó triste y con muchísimas ganas de llorar. Hoy esa casa ya no existe. Hace tiempo que una pala excavadora deshizo mis mejores años y rompió en añicos todos mis sueños.

En fin, como dije al principio, el poder haber visto esas fotos de cuando éramos unos niños, o de cuando ya estábamos en edad de bregar en la difícil lucha por un trabajo que nos sacara de nuestras penurias, tal vez nos halla traído recuerdos felices o por el contrario, más bien dolorosos.  Porque para muchos el echar la vista atrás, es como desbrozar unos años cruciales de los cuales quieren olvidarse y pasar a un presente quizá más digno.

En todo caso, esas fotos para bien o para mal, nos   hicieron retomar o vislumbrar un pasado, que espero de todo corazón como el artista que las tomó, no nos haya traumatizado.








R.P. intelectual 00/2008/1318
León,  1  Octubre  1997






21 comentarios:

Arantxa dijo...

La verdad es q volver la vista atrás es muchas veces doloroso, pero hay q hacerlo, no debemos olvidar quienes hemos sido y lo q hemos vivido, eso sí q sería aún mas doloroso...
un besín Luisina

Anónimo dijo...

Es una delicia leer y recordar cosas del pasado
Javier

Anónimo dijo...

wow!! esto es bueno me encanta leer cosas de tu niñez bss
Ligia Houben

Anónimo dijo...

No sabía que además de pintar, escribes, es muy hermoso todo
Patricia W.



marta dijo...

Es bonito poder volver la vista atras y ver como las cosas han ido cambiando, eso es señal de haber vivido.
Aunque se nos empañe el corazon de cierta nostalgia por ese tiempo que, con lo bueno y con lo malo, no volvera.

Anónimo dijo...

Tienes unos recuerdos muy bonitos
un abrazo
Guzman

lua zial dijo...

Leer estas "reliquias" que guardas en tu memoria, hace volver al pasado
Tere

Anónimo dijo...

¿Cuánto daría yo por tener esos recuerdos? son maravillosos
Pablo

Anónimo dijo...

Recuerdo que mi madre me contaba los regalos navideños a los pies del guardia que dirigía el tráfico,
Amparo

Anónimo dijo...

¡Es fabuloso leer esto que has escrito!
me gusta mucho
Miguel

Anónimo dijo...

Razón tienes que las nevadas antes eran de durar todo el invierno, lo describes muy bien´
Alicia

Anónimo dijo...

Me encanta leer tu artículo en el cual pones hermosos recuerdos
Mª Asunción

Anónimo dijo...

Eres fabulosa contando cosas pasadas
Elena

Anónimo dijo...

Para algunas personas los recuerdos pasados, pueden ser dolorosos. Tú sin embargo, sacas a la superficie lo más hermoso que en ti quedó, gracias
Francisco

Paco dijo...

Mi mejor recuerdo lo volveré a revivir el 22 de diciembre... Me despertaré como cuando era pequeño, en mi casa de León al son de la lotería de navidad!!

Anónimo dijo...

Siempre hay nostalgia por cosas ya pasadas y más, cuando quedan muy grabadas
Susana

Anónimo dijo...

Los recuerdos agradables o no tan agradables, siempre estás ahí
Un abrazo
Pablo

Anónimo dijo...

Tu memoria para cosas pasadas, es maravillosa y más, si son hermosas
un beso
Raquél

Anónimo dijo...

Qué bonito artículo. Revivir recuerdos olvidados, fue muy emocionante!!!
Pablo P.

Anónimo dijo...

Es una maravilla leer tus recuerdos, fueron muy intensos
R. O.

Anónimo dijo...

Es una verdadera maravilla. Todos los recuerdos que describes son preciosos, tienes una mente llena de muchas cosas bonitas
Carla