EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

martes, 30 de julio de 2013

¡¡¡ CIEN AÑOS !!!




¡¡¡ CIEN AÑOS!!!



Mamá, hoy cumplirías cien años.

A lo largo de todo este tiempo, tu vida pasó de años de muchísima felicidad y, otros llenos de dolor y soledad.

La niñez se te escapaba en horas huérfanas entre el monte y ovejas, con alguna visita no esperada de tu enemigo el lobo.



La vida comenzó a pactar el tiempo que disfrutarías en jugar y trabajar, pero un día un joven muchacho arrancó los hierbajos secos que crecían a tu vera y las campanas de la iglesia, repiquetearon gozosas, cuando de su brazo saliste hermosa y radiante pasando bajo los hermosos arcos de flores que hicieron para vosotros.



Años y años de lucha entre los hijos que nacían y una guerra sucia, cruel en la que la muerte campaba a sus anchas.

La vida no se detiene. Es como una noria en la cual, cada uno da las vueltas que le corresponden. En el vagón en el cual te tocó ir había de todo, mezclado para reír y sufrir.



Sé mamá, que tu vida estuvo llena de dolor, pero creo también muy compaginado con años bonitos.

Cuando la muerte llamó a la puerta, lo hizo sin compasión alguna llevando al hermoso galán que te había rescatado un lejano día.

Luego, llegó el tiempo de una soledad que año tras año, se iba instalando sin excesiva prisa.



Estés donde estés, ¡¡¡FLIZ CUMPLEAÑOS MAMÁ!!!



León 30 Julio 2013-07





martes, 16 de julio de 2013

LLAVES DEL PERDÓN








_¿Dónde están las llaves?

_¿Qué llaves?

_Las que me dejé olvidadas hace tiempo.

_No he visto esas llaves.

_Tienen que estar por aquí.

_¿Por qué estás tan seguro?

_Porque fue en este lugar donde las perdí.

_Deben ser muy especiales cuando las buscas.

_Así es.

_Y, ¿no sabes en que lugar pueden estar?

_¡Son tantos!

_No me puedes dar una pista.

_No.

_Eres callado y poco hablador.

_Los años perdidos son como esas llaves, que jamás podré recuperar.

_¿Qué tiene que ver los años con las llaves?

_Una relación tan llena de significados que nadie comprenderá.

_¿Por qué no te sinceras y me lo dices?

_Ahora sí me doy cuenta de lo callado que he sido. Jamás

he dejado que mi corazón hable.

_Me confundes, no te puedo seguir ¿qué tiene que ver la pérdida de las
llaves con lo que me dices?

_Mucho. Tengo que aclararte lo siguiente. Las llaves en sí, no se refieren a
las llaves normales que conocemos.

_¿Entonces?

_Conocí a una mujer hace unos años que me cautivó, pero yo no estaba
preparado para ese cambio.

_Lo siento, sigo sin entenderte.

Sin dar respuesta, miró a la lejanía y todo su ser fue un libro abierto.



Perdí las llaves del amor, no supe dárselo

Perdí las llaves de la confianza. Dudé

Perdí las llaves entre los murmullo de la brisa, di crédito a los murmullos.

Perdí las llaves del dolor y, abrí su corazón al dolor.

Perdí las llaves entre los susurros, no supe acallarlos

Perdí las llaves por no tener la fuerza suficiente, para luchar contra la
envidia.

Perdí las llaves, por no despertar de mi ceguera.

Perdí las llaves, por no poder respirar ante el agobio.

Perdí las llaves, de la sonrisa que se borró en sus labios.

Perdí las llaves, de esa paz que necesitaba anidar.

Perdí las llaves, del perdón desconocido para mí.

El silencio cubrió las últimas palabras.

_Lo siento amigo. Esas llaves tan especiales, solo se hacen una vez.

_Lo sé. Ese es mi castigo.

 









León 24 Marzo 2011


















lunes, 1 de julio de 2013

UN PASEO POR LA VIENA IMPERIAL


                                                 UN PASEO POR LA VIENA IMPERIAL



                               Aeropuerto de Barajas


A las seis cuarenta y cinco, el despertador me sacó de la cama. Después de asearme y desayunar, cogimos el equipaje y nos fuimos a la parada de taxis y luego de un largo recorrido nos dejó en el aeropuerto.

Con nuestras maletas y a paso vivo, recorrimos largos tramos, enormes salas en las que la gente de ambos sexos y de muy distinta procedencia esperaba leyendo, durmiendo o manteniendo agradables charlas para hacer su espera más tolerable.
Nos unimos a las personas que en actitud pasiva, aguardaban la hora de embarque. Éste no se hizo de esperar.

El vuelo es tranquilo. El avión va sobre un mar de nubes blancas, mientras que el sol luce en todo su esplendor en un cielo azul. Cuando las nubes se abren vislumbro un racimo de casas. Una gran mole nevada sobresale entre las demás montañas limpias.
Diviso un río, me dicen que es el Ródano. Lejos a ambos lados, una gran ciudad. Creo que es Grenoble. Otra zona de nubes me impide ver las ciudades y pueblos de Francia.
Debemos de estar sobre los Alpes. Las nubes de abren y dejan ver nieve sobre las montañas. Bajo mis pies a miles de kilómetros, las casas y ciudades se apiñan. Seres humanos viven, aman, lloran y mueren.

Vuelo sobre los Alpes. He cambiado de asiento para verlos bien. El paisaje es maravilloso. Las grandes moles nevadas se yerguen hasta traspasar las nubes bajas orgullosas de su blancura y confundiéndose con el blanco de las montañas que quieren taparlas. Masas de agua descansan de vez en cuando a sus pies.
A las doce aterrizamos. Un día bonito con sol. Buscamos un hotel por el centro. Tuvimos suerte. A partir de las dos y media, comienza nuestra aventura.
Monumentos, iglesias, maravillosas plazas con sus estatuas alegóricas y, un desolador lugar que se entraba por la catedral, bajando hasta las profundidades. Las catacumbas, impresionantes y tremendamente heladoras.

Miles y miles de huesos se mezclaban en montones, en pilas. Alineados, fémures y calaveras. Eran los restos olvidados de la gran peste que asoló Viena, (entre ellos, estarán, los de mi admirado Mozart)
Muertos, se tiraban por un agujero que daba a las profundidades y que jamás era visitado. Mi cuerpo salió tan frío como el lugar donde reposaban esos anónimos seres que tuvieron la desgracia de vivir en esa época tan triste, al estar la medicina poco menos que en pañales.
La ciudad pronto quedó envuelta en sombras. Apenas había gente y la luz iluminaba muy poco. Nos fuimos a cenar lejos, a las afueras de la ciudad. Era, como si quisiéramos olvidar todo lo visto. Muy bonito el lugar, pero muy oscuro y bastante desolado. La gente que había en él, se contaba con los dedos.
Dormí profundamente bien. Estaba realmente cansada.

Un nuevo día claro y soleado. Después de un abundante desayuno, nos dispusimos a ver cosas nuevas.
Recorrimos la cripta donde reposan Los Austria. Reyes, reinas, príncipes, princesas... yacen aquí en enormes catafalcos de hierro muy onarmentados con figuras, coronas, armas, escudos y un largo etc.

En una de las salas, los féretros recubiertos de hierro plateado, sencillo y nada ostentoso del Emperador y La Emperatriz Elizabeth, más conocida por Sissi, son los más visitados. Fue una mujer muy querida por el pueblo. A los pies de su tumba un jarrón de flores frescas siempre le acompaña.










Después nos acercamos a la iglesia de San

Carlos Borromeo y al Belvedere, un castillo con

larguísimos jardines y una gran fuente con

distintos niveles, todo ello en fase de limpieza.




San Carlos Boromeo



Nos fuimos a tomar un café y descansamos.
Visitamos el parque de la ciudad con hermosas estatuas: Strauss, Beethoven etc.
 Luego de un larguísimo recorrido en tranvía, llegamos al cementerio, donde una zona está exclusivamente dedicada a célebres músicos que dieron realce a la ciudad de Viena.


Café Melange



Beethoven, Brams, Strauss, Suppe y un

monumento funerario recordando a su querido

Mozart, puesto que sus restos no se encuentran

allí. Posteriormente nos acercamos a la zona

donde reposan los judíos. Las placas con la

estrella de David, pero sin nombre acogían a las

víctimas del nazismo.




Monumento a Straus
(stsdtparrk)


Como postre muy dulce después de tanto

muerto, el parque de atracciones. Nos montamos

en la histórica noria donde se rodaron secuencias

de la mítica película: “El tercer hombre”. Las

vistas eran magníficas. Para cenar, un


restaurante griego pero antes, unas cañas en el

barrio judío al lado de la iglesia más antigua de

Viena: San Ruperto.




Noria

El miércoles amaneció algo cubierto,

mucho aire y fresco. Fuimos al

Hofburg. Primeramente la cripta para

ver más momias.

Muchos ataúdes estaban destapados

para que se vieran sus moradores:


HOFBURG


Vestidos, zapatos, dientes, una mujer embarazada... huesos, tibias,

calaveras... alfombraban los subterráneos de la iglesia de San Miguel. Luego

el Hofburg, sus aposentos, museos...



Por la noche llovió cuando salimos.

Nuestra decepción fue grande, pues

al ser poca gente, la ópera “La

Flauta Mágica” de Mozart, se

suspendió. Nos llevaron en taxi a

otro palacio: El Kursaal y en su lugar


EL KURSAAL
 
nos ofrecieron un repertorio de valses. Luego, una joven cantante nos ofreció arias muy conocidas. La orquesta y los bailarines se turnaban, pues un jovencísimo tenor nos cantó maravillosas arias. Después de oírles en dúos, ver la pareja de danza, la orquesta que nos invitó a bailar un. bonito vals. Muchas parejas salieron a la pista para evolucionar lo más elegantemente que podían.

Como final, nos ofrecieron la conocidísima marcha Radetzky. Les acompañamos con palmas y por un momento, nos hicieron retroceder unos meses atrás: Al Año Nuevo.


 Jueves 24. El día amaneció cubierto y fresco. Nada más desayunar, cogimos el metro que nos llevaría al castillo de Shöbrunn. Allí pudimos contemplar las 40 habitaciones en las que se desarrolló la vida de los reyes de Austria.

Aposentos, gabinetes, salas, salones, dormitorios, aposentos reales, larguísimos comedores con las mesas puestas, es decir, toda la ´

PALACIO DE SHÖBRUNN

vajilla, fruteros, adornos, servilletas en fin, todo un alarde de poder y maravillosa sintonía entre todo para que los comensales disfrutaran en las comidas o cenas que llegaban a contabilizar muchísima nobleza.

Vimos la estancia preferida de Sissi. Su báscula en la cual se pesaba a diario para controlar su peso. Era delgada y muy celosa de mantener una bonita imagen, por tal motivo, su desayuno era muy frugal, como también lo serían las demás comidas.

Su larguísima cabellera la mimaba mucho. Fue asesinada por un sedicioso italiano con una lima. Su esposo jamás se repuso y no volvió a casarse.

Todas las habitaciones conservan con extremada diligencia, hasta el más mínimo detalle. Este castillo de estilo rococó, tiene los patios de entrada con adoquines de madera para amortiguar el ruido de los cascos de caballos.


Después estuvimos viendo los

jardines del castillo con su hermosa

fuente central. Regresamos al centro

en metro. Recogimos el equipaje,

cogimos el autobús en la terminal y

nos fuimos al aeropuerto.



FUENTE DE NEPTUNO
(SCHONBRÜNN)

El vuelo salió a las siete y cuarto. En una tarde apacible y bella, abandonamos La Viena Imperial. Llegamos a Madrid cerca de las diez de la noche.

Inolvidable. Maravilloso.


 








R.P.00/2008/1316
León, 1- Mayo 2003 -viaje recuperado)