EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

jueves, 23 de septiembre de 2010






C R Í T I C A S



...” A saber de dónde saca el dinero para llevar esa vida que lleva”
_ “¿Sabes?, los vecinos del centro izd. Se han comprado un coche nuevo”
_ “¡No me digas! Pues, la verdad, no sé cómo lo pagarán. Los pobres no tienen ni donde caerse muertos”.
Estas frases, o más bien murmuraciones de vidas ajenas, son de lo más común el oírlas entre la gente que no tiene otra cosa más que hacer y se siente vacía sino puede ir comentando a cada momento, los problemas de sus semejantes.

Por la mañana, mientras tomo mi desayuno, ya escucho las críticas de cierto comentarista que, sin pudor alguno, hace a la mujer, que por un motivo u otro está en auge, blanco de todas sus puyas. Son demoledoras. Hay tanta detracción en cada frase, que muchas veces pienso que ese hombre más que ejercer el oficio de crítico, es realmente un misógino miserable. Jamás le he oído una crítica loable o constructiva. Tritura sin recato alguno desde la forma de vestir, hasta el más mínimo detalle que los demás, nunca advertiríamos. Siento lástima por él, ya que esa forma de ganarse la vida la considero de lo más ruin.

La crítica, en todas sus formas, siempre ha existido y para bien o para mal, está ahí rondando nuestras vidas y nuestros actos; ensalzándonos o hundiéndonos.
Si llegas a la meta, te censuran, y sino eres capaz de hacerlo, te juzgan de la forma más cruel con sus lenguas viperinas ¿Qué hacer? Nada. Simplemente esperar a que esos vientos tan vituperables, amainen y se vayan lejos. Que se pierdan en el lugar más árido para que jamás puedan volver a echar raíces.

Lo malo es que las personas que dedican su tiempo a este hiriente oficio, están siempre al acecho y, ¡pobre de la mujer u hombre que caiga en sus garras!


La historia volverá a empezar. Es como un círculo vicioso que no tiene fin. Siempre habrá nuevos rostros, nuevas vidas y el criticón de turno que se encargará de hacer polvo a todo lo que se haga, se piense o se diga.

R.P. intelectual 00/2008/1318
León, 9 Noviembre 1996

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes razón, muchas personas tenían que callarse antes de hablar y más si es para criticar.
Eres muy abierta en todo, te felicito