EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

martes, 22 de diciembre de 2009

HA NACIDO UN NIÑO



¡¡¡ HA NACIDO UN NIÑO ¡!!



Hacía un frío intenso. La nieve caída durante la noche se amontonaba en pequeños montículos en la zona sombría. Apenas había gente y la poca que se veía, estaba más que aterida ya que constantemente, apretaba contra el cuerpo las prendas que les protegían. Yo no tenía frío, la euforia que sentía me producía un efecto más que agradable. Los pasos eran desiguales y más de una vez daba un resbalón. El equilibrio estaba lejos de ser mi aliado.
Estaba contento y bastante achispado. Regresaba de una de las muchas reuniones que había por esas fechas y en la cual, no se había puesto coto a la bebida. El resultado lo estaba comprobando en el caminar inseguro.
-“Un día es un día” –me dije-, voy a ir despacio para no caerme y así tardaré algo. No deseo que me vean así”
Di un rodeo y mal que bien, entré en una pequeña calle mal iluminada, con bolsas de basura cubiertas de nieve.
Intenté ir tanteando el suelo antes de pisarlo ya que, la nieve caída en la noche era un manto blanco sin ninguna marca. Tan abstraído iba mirando el suelo que di un traspiés cuando el silencio fue rasgado por un grito lastimero. Me paré y alzando la vista, vi hacía la mitad de la calle, un bulto que se apoyaba en la pared. Como pude llegué y comprobé que era una mujer y que estaba a punto de parir. Me agaché y traté de darle los ánimos que necesitaba.
_Por favor señor. ¡ayúdeme! Mi hijo quiere nacer.
Busqué el móvil en el bolsillo y marqué la ayuda. A los pocos minutos la sirena de la ambulancia rompió la quietud de la blanca noche. Cuando arrancó y se iba calle abajo, me quedé mirando la luz parpadeante que se alejaba cada vez más.
Poco a poco en mi mente cobró forma lo que sucedió en pocos minutos. Había sido testigo de un nacimiento y no había dudado ni un momento en prestar auxilio a la mujer.
-¡Qué pasada! –me dije en tono ufano y recogiendo la cazadora que había servido para proteger a la mujer comenzó a correr.
_¡Ha nacido un niño! Grité con fuerza.
-Ya lo sé –me contestó una mujer que se casi se dio de bruces conmigo, mientras trataba de no caerse.
_Jesús ha nacido y es noche de Paz –dijo con gran alegría la mujer dándome un beso.
_No sé señora como se llama, pero yo he estado a su lado hasta que nació.
_¡¡¡Imposible!!!
_¡Qué si señora! Una ambulancia se la ha llevado al hospital, les he llamado yo.
¡¡¡ Ha nacido un niño!!! -Seguí gritando, mientras corría
_Bendito sea –musitó la señora santiguándose.


FELIZ NAVIDAD
León 18-9-2008

lunes, 2 de noviembre de 2009

QUERIDOS MUERTOS






QUERIDOS MUERTOS



Estamos en un mes en el que desde hace tiempo inmemorial, lo dedicamos a todos los seres que se han ido dejándonos en la más profunda tristeza. Recuerdo cuando era pequeña y llegando estas fechas en el colegio, algunas compañeras hablaban de ir al cementerio con algún familiar para rezar a sus difuntos. Tengo que confesar que las envidiaba mucho, pues yo no tenía a nadie a quien llorar, ni llevar unas flores ¡Bendita inocencia! Aún me faltaban años para saber de su crudeza, soledad y pena que a su paso deja esta frívola señora vestida de negro, que no le importa llevarse con ella todo el que se cruce en su camino desoyendo con arrogancia, nuestras súplicas y lloros.
No creo que haya en el diccionario palabra más odiada y que tenga tantos adjetivos para calificarla. Cuando nos golpea decimos de ella que es perversa, cínica, egoísta, petulante, despiadada etc. Cada cual, deja salir su epíteto con lengua hiriente, dado el dolor que en esos momentos le invade.
Rompe vidas cuando empiezan a florecer. Carece de esquemas y por tal motivo a veces, es capciosa y hasta suscita temor el solo hecho de nombrarla. La muerte no gusta a nadie, pero es algo que está ahí acechando y cuando llega sine die, tenemos que aceptarla; aunque nos parezca injusto su modo de actuar.
Pensaréis que es muy fácil decir o escribirlo, pero es la prueba más difícil en la que más tarde o más temprano, nos tenemos que enfrentar todo el género humano.
Nadie la puede superar en dolor y como máximo, algunos pueden sacar un suficiente “muy raspado”. Son las personas que llamamos “frías” o “sin sentimientos”. Para mí, son calificaciones vanas, pues nadie es lo suficientemente psicólogo para saber, qué hay dentro del corazón de los así llamados. Pueden estar tan rotos por el sufrimiento que les causa ese fallecimiento, como el no poder expresarlo a causa de su extrema parquedad.
Hace mucho que no visito el cementerio y no, porque allí no tenga seres muy queridos sino, porque creo y pienso que no hace falta el ir, pues el dolor y falta de ellos lo tengo en lo más profundo de mi ser y cualquier momento es bueno para recordarles y dedicarles nuestros más hermosos pensamientos de cuando estaban a nuestro lado. Gracias por todos esos maravillosos
momentos que viví a vuestro lado. Por el amor que recibí de vosotros.
He llorado mucho por mis queridos muertos y sé que, aún me quedan más lágrimas que derramar por todos esos que algún día me han de abandonar. La muerte, es un alto tributo el que hemos de pagar lo seres humanos al final de nuestros días. Descansen In Pace.

*Dedicado a todos mis muertos que son muchos


R.P. intelectual 00/2008/1328

León 22 Octubre 2002

miércoles, 9 de septiembre de 2009

UN RECUERDO VIVO







                  UN RECUERDO VIVO




Mi madre nació en un pequeño pueblo de la montaña leonesa. Bonito y abierto a la naturaleza más encomiable, para los que aman la paz y gustan de sentir en su interior la grandeza de lo divino.De vez en cuando le gustaba ir a ver la poca gente que en él quedaba. Era un día feliz para ella y nosotros sus hijos. Escuchamos con deleite los pormenores de unos años ya lejanos, pero frescos y ricos en recuerdos de su niñez.A pesar de haberse marchado de allí a una edad muy temprana, sus historias seguían tan vivas como si acabaran de ocurrir.

Su niñez, por ejemplo, no fue tal, ya que desde muy pequeña tuvo que ir a llevar el ganado de otros a pastar muy lejos del pueblo, y los lobos más de una vez, le pusieron los pelos de punta. Regresaba casi de noche, hambrienta ya que lo que su madre le daba para todo el día lo comía pronto y de una vez. A veces con las ropas mojadas si había llovido. Más de una vez nos dijo: “Mi escuela fue el campo, los rebaños y la soledad”


Este verano volví de nuevo, y mientras mi madre se quedaba hablando con unas mujeres antiguas vecinas de ella, me fui a dar una vuelta por las silenciosas calles. La vista desde cualquier lugar es hermosa y tranquilizadora. El aire, sin ningún atisbo de contaminación y una paz inalterable, hacen de ese pequeño pueblo, un lugar apto para los espíritus creativos y abiertos.

Mi madre falleció. Hace unos años que ya no voy al lugar donde ella nació. Me es imposible ir sin ella a mi lado oyéndola reír, hablar y contándome sus repetidas anécdotas, sus vivencias, cómo eran las fiestas y la cantidad de gente que había. Hoy apenas se cuentan. Se van muriendo poco a poco, dicen adiós a todos los lugares que les vio nacer.
Fue la última que se casó en la iglesia que allí sigue. Tenía una memoria prodigiosa y nos relataba punto por punto todo lo acontecido en ese pequeño y perdido pueblecito.


El día que se casó, le fueron a buscar a la casa que vivía con su madre y hermanos, las mujeres que con sus mejores galas y portando unos preciosos arcos hechos con ramas y flores, para que pasara debajo ellos cuando iba camino de la iglesia. Mientras, la gaita y tamboril dejaban oír sus sones. Todo ello, acompañado por los ruidos de los petardos y cohetes que los mozos lanzaban.

Iglesia de La Urz



Cuando fue lo hizo acompañada de sus hijos y nietos. A veces éramos tres o cuatro los que nos reuníamos en vacaciones y programábamos ir allí. Era muy feliz yendo tan acompañada. Sus convecinas también se alegraban. Se reunían para hablar y contar las últimas novedades. Se la veía ¡tan feliz!
Cuando estábamos con ella, nos cantaba o recitaba en tono festivo, estrofas de los muchos cantos que su prodigiosa memoria guardaba de su juventud y haberlos oído o bien de haberlos cantado. Son muy bonitos y muchos de ellos, son verdaderos dardos lanzados con segundas.



“Yo me enamoré del aire
Del aire de una mujer
Como la mujer es aire
En el aire me quedé”


“En la puerta de un molino
Me puse a considerar
Las vueltas que ha dado
El mundo y las que
Tiene que dar”


“Clavelina colorada nacida
En el mes de Enero
¿Quién ha visto nacer flores
En el rigor del Invierno?”


“Los ojos de mi morena
Se parecen a mis males
Grandes como mis fatigas
Negros como mis pesares”


“Pajarcito que volaste de
Villarín a la Urz, mejor
Niña que encontraste no
La hay en la juventud”


“La carta que te escribí mi
Corazón la dictó, mis ojos
Dieron la tinta, por tu
Ausencia lloro yo”


*Éstos son algunos de los muchos que guardo

El día de mi cumpleaños muy temprano, sonaba el teléfono y la voz de mi madre me recitaba una estrofa:
“El día que tú naciste, nacieron todas las flores. El día que te casaste, se murieron las mejores”
Era la primera felicitación que tenía y, aunque siempre decía lo mismo, hoy extraño mucho no oír el teléfono muy de mañana y más su voz.




* Dedicado a mí querida madre
R. P. intelectual 00/2008/1318
León, 5 Junio 2006





viernes, 19 de junio de 2009

MI PASIÓN POR LOS MOSAICOS



Mosaicos:
esto es lo que más hago en invierno,
pues no me gusta pintar con pincel al no tener luz natural, sobre todo del sol radiante.


He aquí algunos ejemplos:

Si quieres escuchar la música, pica en el altavoz del vídeo:

---------------------------------------------------












lunes, 8 de junio de 2009

RETAZOS DEL PASADO










El mes de Mayo siempre ha sido algo muy especial para mí por el significado de algunas fechas y hace unos años, por celebrarse la fiesta del Priorato.

Aunque nacida en León, tengo ramas muy profundas en ese trozo de tierra que es San Miguel de Escalada, y en concreto en Valdabasta, por ser la cuna de mi padre. Nunca me he desvinculado ni del pueblo ni de las gentes que lo habitan, y más ahora que soy uno de los socios de “Ecos de Escalada”. Siendo aún una asociación en mantillas, los miembros se involucran, estudian y, ¿por qué no?, están deseosos de sacar a la luz todo lo referente al Priorato.
Cada año es gratificante ver cómo se recupera un acto que, dormido bajo las piedras del Monasterio, aguarda con infinita paciencia ser sacado de la oscuridad, para que en la cercanía de un nuevo milenio, los moradores del pueblo y la gente que venida de otros lugares cada año acompañan estos actos, perplejos unas veces y sonrientes otras, asimilen las costumbres y desafueros a los que antaño estaban sometidos. Y digo desafueros, porque en verdad eran verdaderos atropellos los que tenían que soportar las gentes sencillas, que trabajaban y sudaban para no ver nunca sus esfuerzos recompensados.


Afortunadamente, cayeron en mis manos dos libros referentes al Monasterio que un buen amigo me dejó, sabiendo que me gustaría leerlos y sacar datos y provecho de ellos. Y así ha sido, puesto que gracias a ellos, me he informado de curiosas “anécdotas” que por aquél entonces no eran tales, sino hechos reales que tuvieron que sufrir los moradores de los pueblos pertenecientes al Priorato.
Este año, se hizo una pequeña representación de los llamados “Fueros”, que los vecinos debían dar al Prior de antaño. Muchos de los presentes que allí había escuchaban con gran atención a los representantes ofrecer: “Dos cargas de trigo y dos de centeno”; “una gallina y un maravedí cada año”; “un azumbre de vino”; etc...
Estos Fueros que hombres y mujeres tenían que dar al Prior, nos hicieron sonreír y comentar las viejas usanzas tan poco ortodoxas que les mantenían esclavos a un hombre que se valía de su título para imponerles unas reglas y el deber de pagar tales “Sernas” y “Fueros”.
.



Hoy, después de tantos años, podemos pensar que el Monasterio de San Miguel de Escalada no era nada disciplente en su vida religiosa. La riqueza, los derechos y los privilegios, eran lo único que primarían en él.
La tranquila comunidad de monjes y su vida monacal en la abadía de San Miguel de Escalada, vio alterada sus reglas al convertirse en Priorato de Canónigos Reglares y con ello, la creación de sus opresivos Fueros.
Estos retazos del pasado nos hacen entrever la singularidad de unas tradiciones que, el actual Prior las tiene como simples paradojas y piensa, que sus antepasados no debieron haber vivido en esa grandeza y holgura a costa del trabajo de unos hombres que trabajaban de sol a sol.
00/2008/1318




R. P. intelectual oo/2008/1318
León, 15 Mayo 1998
................................................................................
P.D.: En este año, 2009, la Fiesta del Priorato fue así de guapa:
:

.
(vídeo de Alfredo)
@@@

miércoles, 20 de mayo de 2009

Nuestros pueblos










Cuando yo era una cría, suspiraba por la llegada del verano y con él, las vacaciones. Los que teníamos la suerte de tener familiares en un pueblo e íbamos a pasar unos días en él, estábamos más que de suerte. Yo tuve la dicha de ir, en mis años de niñez, al pueblo en el que mi padre nació: Valdabasta.
Allí, junto a mis primos, transcurrieron días y días llenos de impoluta felicidad. Salir por unos días de las comodidades de la ciudad, no era óbice alguno para mí, puesto que todo acto se convertía en una aventura.
Fueron veranos difíciles de olvidar.
Después llegaron unos años en los que la gente de los pueblos sufrió una gran dispersión. Tiempos en los que cada familia se desarraigaba por completo de sus pueblos natales, sin que nada les motivara a quedarse.
Sólo los más ancianos se resistieron a dejar sus raíces. El resultado, en muchos de los casos, fue deprimente ya que en todos estos lugares, rezumaba una historia que luchaba con toda su fragilidad a ser relegada al olvido.


Obras de arte desvalorizadas y arrinconadas, monumentos de indudable belleza y estilos arquitectónicos insuperables, lúgubres iglesias a merced del polvo, humedades y la rapiña de los que sí sabían su gran valor, era hace años, cosas obsoletas para los moradores de estos pueblos.
Hoy, gracias al incentivo de grupos, sociedades y un gran número de personas, en muchos de los casos implícitas, se va logrando lo que jamás debíamos haber descohesionado de nuestras vidas.
Ayudemos a nuestra gente a seguir en sus orígenes y a mantener vivas, con todo su esplendor, las maravillas que sus antecesores nos legaron.





Sinceramente creo, que vale la pena esforzarnos para que las generaciones venideras no tengan que reprocharnos nuestra dejadez.


 

R. P. intelectual 00/2008/11319

León, 8 Agosto 1996

sábado, 25 de abril de 2009

Cómo se hace el pan












El domingo, día 13 de agosto del año 2000, en el pueblo de San Miguel de Escalada, y en el corral de Escelita, revivimos una tradición entrañable: la de enseñar la magia, casi el milagro, de "cómo se hace el pan".

...
... "El pan nuestro de cada día..." Una comida tan común y tan trivial, que nunca nos paramos a pensar de qué está hecho este bendito alimento.
Estos son sus componentes: harina, agua, sal, hurmiento, y levadura. Ingredientes que pasan una serie de peripecias, hasta llegar a ser, al calor del horno de adobe, esa oronda hogaza de pan tierno, que sabe a gloria:


Harina de trigo: de la mejor cosecha, de la mejor molienda, de la mejor cernida.
Agua con sal: al punto, que le da la experiencia de la panadera vieja.
Hurmiento: esa "masa madre", que se guarda, y se pasa de casa en casa, como un milagro multiplicador.
Levadura: que hinchará la mezca, de forma controlada, para dar al "molledo" esa frescura de pan tierno y sabroso.

Se mezcla bien todo, en la "masera": a conciencia; hasta que la acción del hurmiento provoque el necesario desprendimiento de los gases que hacen levantar la masa, y esta queda "suelta". Para ello se deja "dormir" la mezcla durante un tiempo bien sabido, que lo da la experiencia. Luego, se preparan las bolas, con el peso apropiado según las hogazas pretendidas, que dormirán un rato más, antes de "espalmarlas", que es aplanarlas un poco para que cojan la forma de la hogaza.

Aún es temprano, y el horno no está "arrojado" todavía. La hogazas, blancas y fofas, han de dormir otro tiempo más, cubiertas por el "sábano" de lino, sobre el "estrado" de madera. Cuando el horno de leña alcanza los 260 grados, (lo sabe bien la vieja panadera, sin medirlo), el "funganeiro" barre del horno todas las brasas con su "mundilla" de sauco. La panadera raja las panzas de las bolas espalmadas, con sus propios signos, -casi como una firma- ,para que la hogaza no se reviente en el calor del piso de baldosas, y mete, una a una, las bolas en el horno limpio y caliente.

Ya está cerrada la boca del horno, y allí dentro se adivina el milagro, que se escapa por una ligerísima rendija , en un olor a gloria bendita, despues del tiempo que otra vez sabe bien la vieja panadera...


Entonces se "deshorna", para que enfrien las hogazas, tapadas lévemente, encima del escaño, que ahora es cama de pan tierno y oloroso. Y de allí, ya bien enfriado, a los arcones o a las paneras. Y de allí, a la buena mesa; a la sombra del roble cincuentón en la comida de la siega; o a la caseta fresca de la era, en la trilla; o al amor de la lumbre, en el otoño frescachon...


Dedico estas líneas a la memoria de mi madre y mis abuelas, que fueron, siendo yo niño, "mis panaderas".
...
(escrito por Alfredo Escalada, en 01.02.2006)
...
@

sábado, 18 de abril de 2009

UN SOLITARIO VIOLÍN



 
Entré en la sala y admiré el hermoso violín que reposaba sobre un estuche abierto. Estuve mirándole fijamente con el pensamiento vacío. Los ojos clavados en él, trataban de hacerle vibrar, darle vida, sonido y apartar esa soledad que había en él.


En el atril, la partitura reposaba sin prisa a que él instrumento diera vida a unos pentagramas llenos de notas, andantes, vibratos, fortes… Me senté cerca de él para sentir su fuerza, hechizo y dulzura. Cerré los ojos y dejé que mi cuerpo se fundiera con esa cadencia que envolvía todo mi ser.


Las notas se iban derramando una tras otra. Engarzadas como los diamantes en una tesitura hermosa, dando los tiempos como un regalo.


La elegancia del cuerpo se unía en el leve balanceo del brazo llevando el arco a posarse con energía sobre las cuerdas, arrancando esas notas que sin querer, despertaban esa melancolía que todos llevamos dentro cuando la tristeza nos embarga sonando como un andante sostenuto.
La música era su mundo en el cual vivía. Era una persona con talento, carisma y muy querida por todos. El violín en sus manos se convertía en un "alegre cantábile", en un "romántico" andante o en un profundo y desgarrador solo. Sabía imprimir en cada pieza musical, lo que el momento requería.


Nos dijo adiós un día de otoño. Estaba cansada de luchar, de ver que vida ya no tenía ningún sentido para ella. Miré por última vez el violín. Allí estaba triste, mudo, nadie lo volvió a tocar. Sus notas estaban rotas.


* Mi corazón es pequeño para tu recuerdo.
















* León 26- 9- 2008





................................

miércoles, 15 de abril de 2009

PINCEL Y PLUMA

Aquí estoy. Peleando con este mundo nuevo de los blogs. Al menos nuevo para mí.

Llamo a este sítio "pincel y pluma". Y eso quiero que llegue a ser. Pincel de mis pinturas, y pluma de mis letras.

Hoy empiezo por el pincel. Y qué mejor comienzo que el recuerdo visual de mi exposición de pintura en Gradefes, en septiembre del pasado año 2008...


¡Voilá!

Si quieres escuchar música al verlo,

pica en el altavoz del vídeo.





@
....