EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

sábado, 15 de diciembre de 2012

LA ESTRELLA ERRANTE







_¡Abuelo, mira eso!

_¿Qué era?, no lo he visto.

_Una estrella fugaz.

_¡Ah! Te refieres a la estrella errante.

_¿Por qué le llamas así?

_Siéntate a mi lado y te contaré su historia. Verás, hace muchísimos años, por estas fechas nació un niño. Sus padres, no tenían una bonita casa con calefacción. Nada. Un viejo establo, fue lo único que encontraron para resguardar al hijo que vino al mundo en la más absoluta pobreza.

_Abuelo, ¿me estás contando el nacimiento del Niño Jesús?

_Así es. Sigue escuchando y sabrás algo más. Este pequeño Niño, vino al mundo a traernos paz y amor. A pesar de nacer en un establo, la noticia de su nacimiento recorrió la aldea de Belén y presurosos acudieron sus moradores a llevarle lo mejor que poseían. Estaban alegres. Cantaban y danzaban haciendo feliz a un Niño que, entre pajas les sonreía.



Muy lejos de allí, una brillante estrella iluminó el sendero a tres Reyes Magos. Sabían que un Niño especial, había nacido y que tenían que ir a ofrecerle sus mejores regalos. En sus dromedarios, siguieron el camino que la estrella les indicaba.

_¿Tardaron mucho?

_Pues, no lo sé. Recuerda que iban montados en animales.

_Ahora irían en avión ¿no?

_No. Hoy el mundo ha cambiado tanto, que no tendríamos esa dicha. Cuando llegaron, le hicieron sus presentes y le adoraron como Rey que era. Esa estrella fugaz que has visto, es la que anunció a los Reyes Magos el nacimiento del Niño. Ahora, está errante.


Sin saber a dónde ir. Recorre de vez en cuando el cielo de este planeta buscando otro nacimiento que nos traiga de nuevo la paz y el amor; aquello que no fuimos capaces de valorar cuando otro Niño nos lo regaló.











R.P.intelectual 00/2008/1317

León, 15 Diciembre 1997



sábado, 1 de diciembre de 2012

NO LLORES SI NO ME ENCUENTRAS


                                             NO LLORES, SINO ME ENCUENTRAS…




 Salta del sol de la mañana que tímidamente

asoma por la ventana entre los trinos de los pájaros.

Le abrigas entre las manos para que no escape

del aterido corazón.

Dame el calor que huye del cuerpo llenando con

la dulzura ese adiós.


Ramas secas golpean la ventana mecidas por

la brisa, esperando un regreso sin decir adiós.

Escribe mi bien amada esas palabras que

son como el aroma que desprendes al pasar.

No llores si no me encuentras. Búscame en

las verdes praderas soñando entre las flores.



Búscame en tu corazón, en esos versos que dejas

escritos para mí junto a la ventana.

Pisa fuerte, corre, vuela, lucha sin descanso, ni demora.

Araña la tierra, busca entre ella lo que perdiste.

La felicidad renace en mi corazón como el

despertar de la primavera.


No temas mi tardanza, el viento llevó las penas

que dormían con el murmullo de la fuente

y susurros de hojas mecidas en el anochecer.

Llegaré a tu lado cuando estés dormida y

sabrás lo que es amor cuando en tus labios

deposite un beso.








León, 13- 3- 2012