
Después de todo, no somos tan malos. Así al menos se ha demostrado al decir tajantemente NO a la guerra. En muchísimas partes del planeta Tierra se pudo demostrar; aunque muchos como yo, pensemos que sería la totalidad del mundo, a pesar de que no se viera por distintas razones.
No haber medios de comunicación, no poder hacerlo ante las amenazas de ésos que sí quieren la guerra.
¡Claro, cómo ellos no van!, solemos decir o pensar cuando nos topamos con esa chusma que no arriesgan nada, simplemente aguzan a los demás a enzarzarse en conflictos bélicos que a la postre, lo único que reportan es muerte, destrucción, miseria y un odio, difícil de excluir entre los pueblos afectados.
La humanidad está cansada, dolida y sólo desea paz. Las muchas guerras padecidas en el transcurso del tiempo no han servido para nada ¿Para qué sirve una guerra? Se sabe cuando empieza, pero nunca cuando acaba y en el medio de ella, muerte, desolación. Luego, cuando apenas hay jóvenes guerreros para empuñar esas armas de destrucción, cuando el cansancio llega hasta el alma, cuando la mujer ya no puede parir más porque sus hombres han muerto, entonces sí, se firma una paz.

Los que nunca conocimos esos actos bélicos, no deseamos conocerlos. Nuestros padres y abuelos, víctimas de esos años de barbarie son en muchos casos, los encargados de concienciar a sus hijos. Ellos vivieron la desgracia y el terror de la muerte sin razón alguna ¿Por qué ahora?
¡Claro, cómo ellos no van!, solemos decir o pensar cuando nos topamos con esa chusma que no arriesgan nada, simplemente aguzan a los demás a enzarzarse en conflictos bélicos que a la postre, lo único que reportan es muerte, destrucción, miseria y un odio, difícil de excluir entre los pueblos afectados.
La humanidad está cansada, dolida y sólo desea paz. Las muchas guerras padecidas en el transcurso del tiempo no han servido para nada ¿Para qué sirve una guerra? Se sabe cuando empieza, pero nunca cuando acaba y en el medio de ella, muerte, desolación. Luego, cuando apenas hay jóvenes guerreros para empuñar esas armas de destrucción, cuando el cansancio llega hasta el alma, cuando la mujer ya no puede parir más porque sus hombres han muerto, entonces sí, se firma una paz.

Los que nunca conocimos esos actos bélicos, no deseamos conocerlos. Nuestros padres y abuelos, víctimas de esos años de barbarie son en muchos casos, los encargados de concienciar a sus hijos. Ellos vivieron la desgracia y el terror de la muerte sin razón alguna ¿Por qué ahora?
El tiempo se ha encargado de civilizarnos, de ser más humanos y pensamos que, una guerra no es motivo alguno para dirimir nuestras diferencias, si es que las hay. Pero como siempre los matones de turno se aburren de esta paz, aunque sea incierta.
Sacan punta de todo. Ponen patas arriba a todo lo que ha costado años en poner en su sitio y de la noche a la mañana, tratan de hacernos comulgar con ruedas de molino, por decir algo ¿No creen que más les valía gastar esos miles de millones en algo que valiera la pena? Por ejemplo: Hay países que carecen de lo más esencial: Alimentos, agua,
medicamentos, un lugar donde vivir dignamente. Con ayudar a todas esas personas, es más que suficiente.
medicamentos, un lugar donde vivir dignamente. Con ayudar a todas esas personas, es más que suficiente.
No creo que tengan la osadía de ir a esos países y pedir su voto para una causa que ellos, la están sufriendo año tras año.
No. No a la guerra. Quiero unir mi garganta y gritar PAZ hasta enronquecer a los millones que pueblan este herido planeta.

No. No a la guerra. Quiero unir mi garganta y gritar PAZ hasta enronquecer a los millones que pueblan este herido planeta.
R.P intelectual 00/2008/1319
León, 18 -Febrero -2003