En el centro del valle de Atenas, rodeada de altas montañas, como una fortaleza natural semicircular, se alza la Acrópolis, inmersa en la luz del Atica.
Plaka
Nos sentamos en una terraza del barrio de la Plaka. Llenos de gente y muy animado. Comida griega. Ensalada confeta y gyros de pollo. Después recorrimos alguna calle y compre varias cosas. Luego, nos sentamos en otra terraza a tomar frappé.
Barrio de Anafiotica
Marchamos al pequeño y blanco barrio de Anafiotica en las laderas de la Acrópolis. Sinuosas y pequeñas callejuelas de geranios plantados en antiguas latas de aceite de oliva.
Vista Acrópolis desde Aropagos

Subimos a ver el Areópago, antigua colina frente a la Acrópolis, donde los griegos juzgaban a los criminales y asesinos.Entre ellos, el mismísimo Arles, dios de la guerra cuya colina lleva su nombre.
Acrópolis

Tras un breve descanso en los que tuve a Atenas a mis pies, volví al barrio de Plaka a tomar una cerveza en una terraza escalonada. Fuimos al hotel a cambiarnos de ropa, dejar las bolsas y volver para cenar platos griegos, como siempre.

Descanso en Plaka

Tamaño del Templo
Templo de Zeus
Frappé en Melina
Nos sentamos en una pequeña mesa junto a la pared, ya que era una calle muy estrecha. Una cafetería con el nombre tan inolvidable de la cantante griega Melina Mercuri, era la tercera o cuarta vez que ibamos allí. Casi una hora, se estaba muy bien, la temperatura ideal.Luego al hotel, estamos en el centro de Grecia típica, cerca de todo lo que deseamos ver.
Estación del Pireo

Cambio de planes comimos, tomamos un frappé, café, en Melina y vamos al puerto del Pireo. Me traé muchos recuerdos. Mi hermano Miguel fallecido, fue hace muchos años allí con una orquesta en la cual, tocaba el piano. Tengo el disco con la melodía que allí hicieron famosa de ese lugar: "Los niños del Pireo".
Muelle de Ferries del Pireo
Tomamos el tren una media hora y luego, andar, andar hasta el puerto. Subir una larguísima y cada vez más empinada cuesta.
Los últimos metros fueron agotadores, me paraba cada poco para tomar aire, beber agua y respirar.
Pireo
¡Qué decepción tan grande! Ya no existía el tal puerto de pescadores. En aquél lugar el avance imparable del tiempo moderno, había sustituido todo en cafeterías, bares y lugares para comer. Las terrazas en las que estaba, jalonaban la vera de la orilla del mar. Nos sentamos en una de ellas a reponer fuerzas, mientras miraba ese mar que antaño vio mi querido hemano surcado de barcas de pescadores y un sol que se escondía en el bello horizonte.
Regresamos al hotel a darnos un merecido remojón y un deseado descanso, luego a cenar. Hay mucho ambiente ya que es sábado. Las terrazas llenas para cenar, los comercios con toda clase de mercancia para la cantidad de extranjeros que pululan sin cesar.
A las nueve y media nos vamos rumbo a ver el estadio Panatenaiko. Un estadio restaurado para hace las primeras Olimpiadas de la era moderna en 1896. Todos los asientos son de mármol. Espectacular lo grande y bonito que es.
Cambio de guardia
Luego nos fuimos a ver el cambio de guardia, ya que los domingos es especial. Una delicia digno de ver.
La banda abría el pequeño batallón de guapos y gallardos soldados griegos llamados Evoznes, que iban marcando el paso con fuertes y ruidosos pasos, pues el tacón debía ser de madera , zapatos rojos y con un gran pompón en la punta de color negro.
Cambio de guardia
El gorro rojo, le colgaba a la derecha, un largo fleco en color negro. Falda corta, plisada blanca y una camisa también blanca, un chaleco verde oscuro con dos estolas colgando en la espalda.
Tenían unos leotardos color crema claro y en la rodilla por debajo, una cinta negra con otra que sujetaba un pequeño fleco.
Un largo fusil al hombro.
Con un Evzone
Marcaban el paso de forma militar, ondulando la punta del pie, que quedaba en el aire rítmicamente. Precioso.
Me hice una foto con uno de ellos que hacía guardia. Nada le inmutaba.
A su lado en la foto, parecía una minúscula persona que había osado estar a su "altura".
Agora romana 
Luego, nos vamos al Agora Romana, donde había estado en su día, la biblioteca de Adriano. Muy grande donde había tiendas, plazas y un gran paseo.
Fuente en Agora romana
El Agora Romana albergó las actividades comerciales de Atenas Hasta el s. XIX La amplia Agora comercial de los romanos, una gran plaza cuadrada rodeada de una columnata, que alojaba tiendas y otros edificios públicos, comunicaba con la antigua ágora griega a través de la puerta de Atenea Aquergeti.
Agora romana
Durante los años de dominación turca, los intercambios se realizaban en el mismo lugar y la puerta era conocida como "puerta del bazar"
Puerta de Atenea Aquergete

Desde el período de oro de la Atenas clásica hasta el desastroso incendio de 1884, se mantuvo en su papel y el mercado, corazón de la ciudad, continuó en el mismo lugar.
Comida Griega
Después de un largo paseo por el rastro, igualito que en España. Nos quedamos a comer en una terraza de esa zona tan bonita. Más tarde, a otra para tomar un frappé. Otro larguísimo paseo, teniendo a mi derecha e izquierda, muchos restos de las épocas griegas y romanas.
Indignados, frente a la
Embaja Española
Frente a la embajada Española, vimos cómo un grupo con grandes pancartas pegadas en el suelo y escritas en varios idiomas,
protestaban por el sistema, gobernantes que últimamente nos
agobian en todos los sentidos. Vi una pancarta española. Dejé
escritas unas frases junto a otras. Llegamos al hotel, nos
remojamos, descansamos y proseguimos.
Plaka de noche
Anduvimos por todas esas calles de comercios con mercancias multicolores, grandes y pequeños hasta que fuimos a cenar.
Primero nos sentamos y tomé un campari a continuación, subimos a la terraza. La noche cubría la ciudad y desde allí, las vistas que se podían ver eran preciosas.Todo Atenas y lo más impresionante la Acrópolis iluminada.Era como un rey subido a esa gran roca en la cual estaba asentado. Inolvidable.
Isla de Egina
Hoy vamos a una isla: Egina. Espero remojarme, aunque solo sea los pies. Cogimos el ferry Flyng_Dolpriyn 40 minutos por el mar Egeo. A las 12 y media cogemos el autobús para ir a ver el templo de Afea, tres cuartos de hora por una carretera "comarcal", subiendo como un pequeño puerto, bajando hasta la entrada del templo. Somos cinco personas las que bajamos del autobús.
Templo de Afea (Egina)
Grande, con muchas columnas, enormes piedras de forma cuadradas y rectangular plazas y calles etc.
Templo de Afea
Esta muy abandonado y pocas personas vienen a verlo.Las columnas están porosas en su mayoría. El paso del tiempo y la dejadez, las daña mucho.
Esperamos el autobús de vuelta. Mucho tiempo, más de una hora. Fuimos los únicos, los que habíamos subido, que dieron algo de vida el tiempo que allí estuvimos a ese enclave muy famoso en su tiempo.
Taberna de Egina
Bajamos de nuevo a la isla de Egina. Comimos en un bar cerca de una lonja de pescado y como es natural, pedimos sardinas a la plancha, más frescas imposible.
A continuación nos acercamos a la pequeña playa.
Hay algunos barcos de pescadores fuera del agua, los están pintanto y reparando. La orilla está con muchas piedras, las voy sorteando con dificultad, pero cuando las paso, la arena es blanca y el agua muy templada. Es muy tonificante, despúes de las horas pasadas de agobiante calor. Una vez fuera del agua, me visto y me siento en una barca que está en la playa, estropeada pero con una gran tabla para poder sentarse. Escribo hasta que nos vamos.
Vela en capilla de Egina
Nos sentamos en una terraza del puerto de Egina, esta frente al mar Egeo. Me tomó un helado de pistacho y nuez, dos bolas grandes en una hermosa bandeja con cuencos de cristal verde-azul. Mientras me deleitaba alternando de sabores con una cucharilla, miraba los pequeños yates de lujo que atracados uno junto a otro, conformaban una amalgama de colores, formas y tamaños.
-Qué dineral hay ahí -comenté y proseguí Es un lujo inaceptable para éstas personas que viven al día, dije señalando a la gente que estaban por allí.-Así es la vida y luego dicen que hay crisis ¿para quién? Cuando marchamos de Egina, el sol se escondía entre las nubes oscuras. Le daba tanta pena decirnos adiós. Su reflejo en el mar, nos animaba dándonos el adiós ¡hasta otra!
Llegamos y nos acercamos al Melina a tomar lo último. Hace una noche fabulosa. Estábamos realmente cansados, más de doce horas fuera del hotel, había sido un día muy completo. Estaba tan cansada, que me dejé caer en la cama y ya no fui capaz de volverme a levantar para tomarme una aspirina para el dolor de todo el cuerpo.
Último día, antes de bajar a desayunar, hacemos las maletas, luego las dejamos en recepción y nos vamos hacia el último recorrido. La Agora Romana. La mejor conservada y más grande.
Templo de Efesto (Agora)
En la colina de Kolonos Agoraios es el Templo de Hefestos y Atenea los dos dioses eran adorados como protectores de las artes y oficios. La construcción del templo de mármol del Pentélico, comenzó en el 449 a. C. y como la mayor parte de su decoración escultórica representaba los trabajos de Teseo, era conocido como Teheseion. En el interior se encontraban los bronces votivos de los dioses obras de Alcamenes, discipulo de Fidias.
Luego nos vamos a ver los últimos comercios de la Plaka. Me compré una blusa blanca de lino unas jarras para el vino blanco Retzina para come. A continuación nos fuimos a comer y allí esperé que Paco fuera por las maletas, era muy cerca.De ahí al autobús del aeropuerto, una hora. Llegamos y nos sentamos a tomar un frappé. Estuve escribiendo las últimas notas hasta la hora de irme a la sala de embarque.
Aeropuerto Atenas
Me gusta mucho estar en la sala de espera del aeropuerto, ves toda clase de gente, me encanta analizarlas. Personas que viajan mucho y en las esperas, se les ve con el ordenador, hablando sin cesar con el móvil etc. Otras, si son un poco menos que "primerizas", se sientan y con su mirada escuadriñan cada rincón y observan los pasajeros que van y vienen. Es un gran espectáculo para tratar de meterse en sus pensamientos y dejar volar la imaginación y "crear" historias fantásticas.
Nubes

Comenzamos el uelo de regreso. Muy buen tiempo. Cuando alzamos a 10.000 metros al poco tiempo. Sobrevolamos encima del mar Egeo, se ve Atenas que lentamente se va empequeñeciendo. Luego las nubes muy compactas. Llegaremos en poco menos de tres horas.
Otro viaje lleno de aprendizaje y de gran belleza ¡Hasta siempre Atenas!
León 30 May0 2011