EL SECRETO ESTA EN LA LLAVE

martes, 5 de enero de 2010

MÁGICA NOCHE




MÁGICA NOCHE








Cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, la víspera de Reyes antes de acostarnos,
sometíamos a nuestros zapatos a una limpieza tan desmesurada, que brillaban tanto o más que si fueran nuevos. La noche se nos hacía larga, y apenas clareaba el nuevo día, ya estábamos prestos a ver lo que nos habían dejado los Reyes Magos en los zapatos.

La alegría y la emoción al ver los regalos eran tan grandes, que nuestros padres tenían que rendirse y dejarnos inmersos en ese mundo tan maravilloso que comenzaba a nacer para nosotros. Nuestros sueños se convertían en realidad y esa muñeca o aquel mecano, nos llevaban a la felicidad más completa.

Hoy en un nuevo milenio, el mundo ha cambiado tanto, que pienso en los muchos niños que jamás conocerán esa mágica noche.
Nos estamos modernizando tanto, que borraremos de un plumazo esas fechas porque nos resultan arcaicas y porque ahora, no hay que esperar ese día para dar a nuestros hijos juguetes de alta tecnología

La festividad de los Reyes Magos nunca debería ser olvidada por nadie, como tampoco hay que olvidar, que se originó hace muchos años en Belén, cuando nació un Niño y tres Reyes Magos le ofrecieron su mejor regalo: Oro, Incienso y Mirra; Oro, como Rey; Incienso, como Dios y Mirra, como Hombre.

Es una fiesta, exclusivamente para niños y como tal, debemos dedicársela con todo nuestro amor, pues no hay cosa más gratificante que ver y oír la risa de un pequeño.
Tampoco nos vendría mal el recordar ese mundo infantil que sufre, que vive en condiciones infrahumanas; que no saben jugar porque desde su más tierna infancia, son explotados en trabajos ínfimos. Esos niños que no tienen la suerte de nacer en un hogar en el que sus padres, además de amor y ternura, les dejen en sus zapatos la noche de Reyes, un pequeño regalo.

Creo que no hay cosa más triste, que ver la mirada de un pequeño fija en otro niño más afortunado que él, por tener una simple pelota.
Porque en este mundo tan avanzado que hemos creado, para muchísimos niños, no hay una nunca una mágica noche.







R.P. intelectual 00/2008/1317
León, Navidad 2002